El Banxico refiere que la flexibilidad del tipo de cambio permitirá que la divisa mexicana se puede apreciar.
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, estima que el peso mexicano podría retomar una tendencia hacia la apreciación.
“Como se tiene flexibilidad cambiaria el tipo de cambio bien se puede apreciar. Simplemente la semana pasada teníamos un tipo de cambio de alrededor de 15.30 pesos por unidad, pero hoy por la mañana estaba alrededor de 14.80 pesos por dólar, por lo que tiene espacio para apreciar-se, y eso bajaría la presión sobre la inflación”, expresó.
“Hay una razón subyacente que podría justificar una depreciación del tipo de cambio real, que es el menor precio del petróleo; sin embargo, en dónde estaba el tipo de cambio de hace un año a ahorita, la depreciación ya se ha dado y ha sido suficiente y ahora se puede tener espacio a una corrección”, expuso.
Al término de su comparecencia ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, explicó que “de acuerdo con una metodología muy específica el tipo de cambio real actualmente pudiera estar un poco subvaluado”.
“Es muy difícil, de hecho, tenemos un tipo de cambio flexible, no tenemos un compromiso, por lo mismo este tipo de cambio sirve como un amortiguador a los choques del exterior; es difícil predecir cuales van a ser los choques; pueden ser positivos o negativos, incluso es muy complejo establecer una expectativa sobre el tipo de cambio".
En periodo de crisis. “En 2008 o 2009 cuando estuvo la crisis financiera a escala global, el tipo de cambio estuvo a 15 pesos por dólar, después se apreció a 12 y ahora estamos de regreso a niveles cercanos a 15, simplemente la historia nos dice de que puede haber cierta volatilidad, el entorno es complejo, pero por otro lado hemos reforzado nuestra política macroeconómica y es algo que debería ayudar a que, en el mediano y largo plazos, el tipo de cambio esté mejor comportado”.
Sobre el papel del Banxico en 2016, ante los Criterios de Política Económica que dan cuenta de un año con un nuevo recorte al gasto, expuso que “nuestro objetivo de política monetaria es muy tangible y muy fácil de expresar: de que la inflación se consolide alrededor de 3%”.
Detalló que existe una estrecha vinculación entre las tasas de interés de Estados Unidos y México.
Sobre la postergación del alza de tasas de la Fed hasta septiembre pudiera dar más holgura al Banxico para el alza de tasas, señaló que de concretarse la estimación, esto daría más espacio al Banxico para tomar su respuesta en caso de que sea necesaria, dadas las expectativas de infla-ción y el desempeño de precios cuando esto se dé.
Por otra parte, destacó que un tema que contribuyó al bajo traspaso de los movimientos cam-biarios a la inflación tiene que ver con la credibilidad de la política monetaria, es decir, que se tiene a un banco central que no está dispuesto a acomodar los efectos de ese movimiento cambiario.
Destacó que un tema que contribuyó al bajo traspaso de los movimientos cambiarios a la infla-ción tiene que ver con la credibilidad de la política monetaria, es decir, que se tiene a un banco central que no está dispuesto a acomodar los efectos de ese movimiento cambiario.
Respecto a las reservas internacionales precisó que “en términos generales no le han costado al Banxico. De hecho, este año hemos tenido un remanente de operación positiva y al fin del día las reservas dan confianza a todos los participantes de la economía nacional e internacional.