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Alemania permanecería firme en su postura de no suscribir deuda de países en aprietos
Jueves, Junio 28, 2012 - 07:13

España e Italia, los últimos países de la zona euro en quedar en la primera línea de fuego de los mercados financieros, están pidiendo medidas de emergencia para reducir sus disparados costos de financiación.

Berlín/Bruselas. Los líderes de la UE arribaron este jueves a Bruselas para una cumbre más abiertamente divididos que en cualquier otro momento desde que comenzó la crisis de la zona euro, sin que la canciller alemana, Angela Merkel, muestre indicios de ceder en su negativa a respaldar la deuda de otros países.

Merkel afronta una enorme presión en su país para que mantenga su postura y rechace todos los esfuerzos destinados a que Berlín suscriba deuda o bancos de socios europeos, mientras socios del euro dicen que podría ser la única forma de salvar la moneda única.

"Nein! No! Non!", proclamaba un titular en la primera página del habitualmente sobrio diario económico alemán Handelsblatt, con un comentario de su director diciendo que Merkel debe permanecer firme en la cumbre de dos días.

España e Italia, los últimos países de la zona euro en quedar en la primera línea de fuego de los mercados financieros, están pidiendo medidas de emergencia para reducir sus disparados costos de financiación antes de que se vean excluidos del mercado de bonos. Quieren que fondos de rescate de la zona euro o el Banco Central Europeo intervengan rápido.

Una destacada fuente del Gobierno alemán, en una sesión informativa con periodistas en Berlín antes de la cumbre, que comienza a las 1300 GMT, minimizó el salto en los costos de financiación españoles e italianos.

"Advertimos en contra de una propagación exagerada del pánico", declaró.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, propusieron en un informe esta semana la creación de un Tesoro de la zona euro para emitir bonos conjuntos a mediano plazo, y el establecimiento de una unión bancaria europea con supervisión central, un fondo conjunto de garantía de depósitos conjunto y de resolución.

Merkel insiste en que antes de cualquier deuda compartida adicional deben producirse reformas fundamentales para que las autoridades de la Unión Europea puedan controlar presupuestos nacionales y políticas económicas.

"Ahora debe explicar a nuestros amigos en la cumbre que no ayudaría a nadie que Alemania entregara generosamente el fruto de su trabajo. De hecho es al revés: 'sí' a Europa significa 'no' a las ideas de Barroso", escribió Gabor Steingart, del Handelsblatt.

Su comentario reflejó una opinión generalizada en Alemania, que ha disfrutado de un auge exportador mientras Grecia, Irlanda y Portugal y ahora España y Chipre han necesitado rescates. No ha sido hasta ahora cuando la crisis económica ha empezado a afectar a Alemania, donde el crecimiento se está ralentizando y el desempleo subió desestacionalizado en junio.

Hans-Werner Sinn, responsable del instituto económico Ifo y un conocido escéptico del euro, dijo en un documento de trabajo: "Si hubiéramos sabido hace 20 años qué dificultades sufriría la zona euro hoy, y qué presiones recibiríamos, Alemania nunca en su vida habría aceptado el euro, al menos no con todos los que son miembros hoy".

La reunión es la vigésima cumbre de líderes de los 27 países de la UE desde que comenzó la crisis a principios del 2010, lo que contribuye a su reputación de incapacidad de corresponder sus discusiones al tipo de medidas decisivas necesarias para resolverlos.

Muchos inversores internacionales han abandonado la deuda española e italiana, lo que ha llevado los rendimientos a niveles que Madrid no puede soportar durante mucho tiempo mientras trata de salvar a unos bancos arrasados por el hundimiento del mercado inmobiliario y recortar su elevado déficit público.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo que la cumbre trabajaría en "medidas a corto plazo" no identificadas para estabilizar los mercados. Merkel ha hecho caso omiso de demandas de Roma y Madrid para la rápida adopción de medidas para respaldar sus bonos.

El presidente francés, François Hollande, aboga por los "eurobonos" para reducir los costos de financiamiento de los países más débiles de la zona euro, pero Alemania no quiere utilizar sus ratings de crédito para apoyar a otros países miembros si éstos no aceptan primero compartir su capacidad fiscal y de gasto.

Hollande y Merkel se reunieron en París el miércoles por la noche para tratar de acortar sus diferencias. En una breve declaración antes de su encuentro, Merkel dijo a periodistas: "Yo digo que necesitamos más Europa y creo que estamos de acuerdo en esto".

"Necesitamos una Europa que funcione de forma eficaz, los mercados quieren esto, y una Europa donde los países se ayuden entre sí", señaló.

El canciller austríaco, Werner Faymann, indicó que el fondo de rescate permanente de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que se prevé que esté operativo el próximo mes, debería convertirse en un banco y poder pedir prestado al BCE, que podría cuadruplicar su fondo de financiación de 500.000 millones de euros.

"Necesitamos una licencia bancaria para el MEDE, un fondo de reducción de deuda, estrictas normas para bancos con más derechos de intervención para supervisión", dijo el diario austriaco Kleine Zeitung.

Eso respalda las propuestas del primer ministro italiano, Mario Monti, para elevar la capacidad de apalancamiento de los fondos a fin de apuntalar los bonos de los países con más problemas.

Pero la fuente del Gobierno alemán dijo que la UE ya tenía instrumentos a su disposición para gestionar todos los escenarios de crisis, y Alemania se mostró escéptica sobre el desarrollo de otra herramienta más para resolver el problema de Italia.

Autores

Reuters