La marca “made in Germany” goza de buena reputación. Alemania se ubica entre los mejores sitios para invertir, según opinan 1.000 empresarios participantes en encuesta reciente.

Primero las buenas noticias: actualmente, Europa Occidental es el foco de inversiones más atractivo del mundo, por encima de China y Estados Unidos. Y dentro de esta región, Alemania es el país más apreciado. En una encuesta reciente realizada por EY (nombre que hace poco adoptó la firma Ernst & Young), 40% de los ejecutivos consultados manifestó su preferencia por Alemania, mientras que Reino Unido y Francia captaron 22% y 11% de las menciones, respectivamente.

Los inversores consideran especialmente importante que sus negocios se realicen en un entorno seguro en todos los sentidos, afirma Peter Englisch, de EY. Alemania aparece como un país estable tanto en lo político como en lo jurídico; además se ubica en el corazón de Europa y cuenta con un atractivo mercado interno, agrega el especialista. “Aun cuando nos quejamos de los atascos en las autopistas, la infraestructura de transporte y logística de Alemania es muy buena en lo general. Esto incluye tanto a las autopistas como a las vías férreas y el tráfico aéreo”.

Aunado a ello, “el nivel de cualificación de los trabajadores en Alemania sigue siendo altamente apreciado, así como el positivo clima social y la infraestructura de telecomunicaciones”, agrega Englisch.

Alemania a la vanguardia mundial. La alemana es la más robusta y competitiva de las economías europeas, agrega el especialista. Incluso en una perspectiva global, Alemania ha conseguido mantenerse muy por alto en el gusto de los inversores. Los primeros sitios en este sentido son ocupados por China, Estados Unidos, Rusia y Alemania.

La encuesta entre 100 empresarios de todo el mundo fue realizada entre febrero y marzo de este año. La crisis ucraniana y sus efectos no están contemplados, por lo que la percepción de la economía rusa puede haber desmejorado. “Creo que el pronóstico es relativamente sencillo. Si se toma en cuenta que la establidad política y los sistemas de seguridad jurídica constituyen el principal criterio para los inversores, entonces en el caso ruso debe haberse derrumbado la confianza en la sustentabilidad política y la estabilidad del orden jurídico”, afirma Peter Englisch.

El mejor clima de inversiones. Alemania también se ve beneficiada por los vaivenes en las economías de las potencias emergentes. Los inversores se han dado cuenta de que en países como India, Brasil, Turquía o Sudáfrica no todo es miel sobre hojuelas. India ha pasado por tiempos difíciles que han conducido a un dramático cambio de gobierno y a una nueva orientación económica, dice el expert de EY.

“En Brasil es muy alta la insatisfacción en cuanto a lo que se ha hecho por la población, por la infraestructura y por las empresas. Es uno de los países más burocratizados del mundo”, considera el entrevistado.

Quien desee invertir o establecer una empresa en un pais determinado, debe observar con mucho detenimiento cómo puede ser el desarrollo de esa sede a mediano y largo plazo. A ello se debe, según Peter Englisch, que este año más empresas manifiesten su intención de trasladar parte o la totalidad de sus operaciones a otros sitios. El porcentaje de dichas empresas aumentó de 11% a 20% en comparación con 2013.

No basta con ahorrar. Al mismo tiempo, menos empresas extranjeras planean establecerse en Alemania o expandir sus operaciones en este país. Dicha proporción pasó de 36% a 27%.

English afirma que esto no es un voto de desconfianza hacia Alemania, pero sí una señal de advertencia. “Hay propuestas concretas por parte de empresarios, para lograr los cambios necesarios”, dice. En general, Alemania debería lograr un mejor entorno más positivo, que promueva la innovación en los negocios.

“Resulta inexplicable que los nuevos grandes consorcios mundiales, trátese de Google, Facebook o Alibaba, se ubiquen en otras partes. ¿Dónde están las nuevas tecnologías alemanas? No basta con hacer más ahorrativos los motores diésel”, señala el especialista.

Por el momento, es China la que enseña a Alemania cómo es posible construir un gran aeropuerto dentro del plazo y el presupuesto planeados, y cómo se instala una red de suministro energético de miles de kilómetros en tiempo récord.
Pese a ello, sociedades chinas de capital voltean la mirada hacia Alemania, y sobre todo hacia las medianas empresas cuya dirigencia cambiará a mediano plazo. Peter Englisch calcula que hay cerca de 20.000 firmas en las que aún está por definirse un relevo directivo. Diez por ciento de tales empresas terminaran siendo vendidas, calcula Englisch. Y entre los compradores, seguro habrá más de un inversionista chino.