Coeure dijo al diario Liberation que el banco central con sede en Fráncfort debe decidir si la compra de deuda pública se concentrará en países concretos o abarcará toda la zona euro.
La meta de un plan de alivio cuantitativo en la zona euro sería anclar las condiciones de financiación a largo plazo y restablecer la confianza en el objetivo de inflación del bloque, dijo el viernes en una entrevista el miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, Benoit Coeure.
Coeure dijo al diario Liberation que el banco central con sede en Fráncfort debe decidir si la compra de deuda pública se concentrará en países concretos o abarcará toda la zona euro.
"El objetivo de la QE (siglas inglesas para 'quantitative easing' o 'alivio cuantitativo') es garantizar la confianza en la capacidad de un banco central para estabilizar la inflación", dijo.
"Tendremos en cuenta las experiencias de Estados Unidos y Reino Unido para fijar el volumen de bonos a comprar para restaurar la confianza en el hecho de que la inflación regresará a un nivel por debajo pero cercano al 2%".
Coeure dijo que la zona euro no estaba en deflación aunque el riesgo se había incrementado durante el verano boreal de 2014.
Los funcionarios europeos tienen que movilizar todas sus herramientas para impulsar el crecimiento, dijo, añadiendo que estas incluyen tanto políticas monetarias y presupuestarias como reformas estructurales.
El consejero francés del BCE dijo que el crecimiento y la inflación inferiores a lo previsto "nos obligan a reaccionar y, una vez más, a imaginar instrumentos para apoyar el crecimiento".
Preguntado sobre lo que podría suceder tras las elecciones generales griegas del 25 de enero, Coeure dijo: "Está fuera de toda discusión que Grecia vaya a dejar el euro".