Conseguir préstamos a tasas de interés de un dígito es algo que el país no hará porque no tiene la necesidad, agregando que siempre han indicado que si se emite deuda será para demostrar una caída en las tasas de interés, afirmó el ministro de Economía de la nación trasandina.
Buenos Aires. Argentina no planea recurrir a los mercados internacionales de deuda pese a que los inversionistas han expresado su disponibilidad a prestar dinero a tasas de interés bajo el 9%, reiteró este lunes el ministro de Economía Amado Boudou.
Boudou dijo en una entrevista con Radio Mitre desde Nueva York que, basándose en sus encuentros con inversionistas, que el país está en posición de emitir bonos a siete años a tasas de entre un 8% y un 9%.
Conseguir préstamos a tasas de interés de un dígito es algo que el país no hará porque no tiene la necesidad, afirmó el ministro y agregó que siempre han indicado que si se emite deuda será para demostrar una caída en las tasas de interés.
Los dichos de Boudou reflejan en gran medida los dichos de la presidenta Cristina Fernández el viernes en una entrevista en Nueva York emitida por el canal argentino C5N. Fernández dijo que su gobierno no tiene una necesidad imperiosa de vender bonos cuando puede recurrir a las reservas internacionales del Banco Central de Argentina para pagar sus deudas.
Tras un discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Fernández afirmó que solicitar préstamos a tasas que hoy podrían alcanzar un 8% o un 8,75% no parece interesante para el país porque en realidad este cuenta con las reservas monetarias para pagar el servicio de la deuda.
El gobierno de Argentina realizó su segundo canje de deuda con tenedores de deuda incumplida en junio.
Boudou describió los inversionistas restantes, que no han participado en los canjes, como "fondos buitre" que han mostrado poco interés en negociar con el gobierno.
Ante la pregunta de si el gobierno consideraría un tercer canje, el ministro señaló que están trabajando en una estrategia legal para bloquear estos inversionistas agresivos que no pretenden acuerdos con el país y que representan cerca del 7% del total de inversionistas.