"Nosotros no lo vemos como una guerra, vemos como un acto de soberanía poder llevar nuestras propias decisiones y enfrentarnos a los organismos internacionales de crédito (...)", dijo el vicepresidente argentino.
El vicepresidente Amado Boudou aseguró que la postura argentina ante el reclamo de los fondos buitre no es "una guerra" sino "un acto de soberanía para poder llevar nuestras propias decisiones".
"Nosotros no lo vemos como una guerra, vemos como un acto de soberanía poder llevar nuestras propias decisiones y enfrentarnos a los organismos internacionales de crédito y al capital financiero porque creemos que el crecimiento tiene que estar acompañado de creación de puestos de trabajo y de menor pobreza", explicó el vicepresidente.
En una entrevista radial concedida en el marco de su viaje a México, donde asistió a la asunción del presidente Enrique Peña Nieto, Boudou remarcó que "en todos los pueblos latinoamericanos el capital financiero trasnacionalizado ha tenido consecuencias nefastas cuando ha dominado las decisiones de nuestros países".
El vicepresidente opinó que los efectos negativos de esa situación han sido "mucha inestabilidad en nuestros países y mucho desempleo a través de recetas que parecían que tenían que ser únicas".
Boudou cuestionó además a las calificadoras de riesgo, al señalar que "son ellas las que han decidido la desastrosa canalización del ahorro de nuestras sociedades que llevó a esta crisis que comenzó con Lehman Brothers, pero que hoy ya está en todo el mundo".
El vicepresidente felicitó a México por la "gran organización con el G-20 y una gran agenda sobre la forma de la arquitectura financiera internacional" y sostuvo que Argentina "está convencida de que se debe ser más agresivo en este tema en el próximo G-20 que se hará en Rusia".
Reiteró que "el manejo de la deuda ha sido una de las claves del crecimiento" y precisó que "la deuda con el sector privado internacional alcanza el 13 por ciento del PBI, lo cual la hace muy manejable para seguir creciendo".
"Por eso -dijo- estamos convencidos que vamos a seguir trabajando con México y Brasil en este camino porque está claro que el sistema financiero necesita mayor regulación y una mayor supervisión de parte del sector público".
El funcionario se refirió además a la relación comercial entre Argentina y México, al considerar que "los diferendos" que pudieran existir se deben resolver a través del "diálogo" entre ambos países.
"Están trabajando -ejemplificó- las cámaras automotrices de ambos países para poder resolver algunos diferendos y estamos convencidos de que para ambos pueblos lo mejor es seguir fortaleciendo los lazos económicos, pero sobre todo los lazos culturales entre ambos países que nos unen desde décadas".