Alicia Bárcena secretaria Ejecutiva de Cepal, analizó los cambios tectónicos que se observan actualmente en el mundo, desde la reorganización de la economía global en bloques comerciales hasta la amenaza del cambio climático.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, destacó la oportunidad que tienen hoy los países de la región de aprovechar las inversiones extranjeras para descarbonizar sus economías, lo que les permitiría tanto expandir su producto interno bruto como reducir los impactos del crecimiento sobre el medio ambiente.
Bárcena fue una de las oradoras principales del evento organizado este martes 12 de enero por el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE) de Chile, que reunió a ejecutivos de 26 países con interés en invertir en la economía local. El foro fue inaugurado por la presidenta del país, Michelle Bachelet, y contó con la participación del Ministro de Economía, Fomento y Turismo, Luis Felipe Céspedes, y el Vicepresidente Ejecutivo del CIE, Vicente Mira.
Durante su presentación, analizó los cambios tectónicos que se observan actualmente en el mundo, desde la reorganización de la economía global en bloques comerciales hasta la amenaza del cambio climático, pasando por el desacople de la economía financiera y la economía real, la revolución tecnológica, la transición demográfica y la urbanización, entre otros.
Según las últimas estimaciones de la Cepal, el crecimiento de la economía de la región fue de -0,4% en 2015. Para este año se proyecta una leve recuperación, alcanzando una expansión de 0,2%. La Comisión también estima que las exportaciones regionales cayeron 14% en 2015, mientras que la inversión extranjera directa (IED) disminuyó 21% en el primer semestre del año pasado.
¿Qué esperan los países de América Latina y el Caribe de la IED que ingresa a la región?, preguntó Bárcena a los presentes. Entre otras cosas, dijo, los países requieren entradas netas de capital en divisas (ingresos mayores a egresos por rentas), creación de empleo directo e indirecto y equilibrio entre las estrategias empresariales y los objetivos de desarrollo nacionales.
Pero por sobre todo se necesita IED “que contribuya a la diversificación de las estructuras productivas, así como al desarrollo de nuevas industrias con menor impacto ambiental”. La inversión extranjera directa que se dirige hacia las energías renovables, la agricultura y el mercado digital puede hacer la diferencia en materia de desarrollo sostenible, explicó.
“El mayor reto estructural de la región es diversificar el patrón exportador y reducir la dependencia de las materias primas”, enfatizó Alicia Bárcena. En este mismo sentido, resulta crucial articular la inversión extranjera directa con políticas industriales y sociales para cerrar brechas estructurales, acotó.
Finalmente, resaltó la importancia de potenciar el comercio intrarregional y la integración de las cadenas de valor, y entregó algunos ejemplos de encadenamientos intrarregionales que podrían fomentarse. En Centroamérica y México, identificó la agroindustria, los productos metálicos y las energías renovables, y en América del Sur los productos químicos, la agroindustria y las manufacturas de metal.
Sobre el desempeño de Chile y las condiciones existentes para los inversionistas, destacó la estabilidad macroeconómica e institucional del país y el hecho de que mantenga positivas expectativas de crecimiento para este año, pese al contexto de desaceleración regional. En cuanto a los sectores de destino de la IED, subrayó las posibilidades de las energías renovables, especialmente la solar.