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Análisis: Argentina se juega el éxito o fracaso de la devaluación de enero
Martes, Febrero 18, 2014 - 08:09

Para no sufrir otra devaluación en el futuro inmediato, es clave que la devaluación nominal de enero termine siendo una devaluación real y para que ello ocurra la filtración a precios deberá ser minimizada, dice Germán Fermo, director de MacroFinance.

Sala de Inversión.com El 2014 ha sido complejo para la economía argetina, no porque las región esté atravesando dificultades, sino porque las medidas del gobierno en esta materia han sido duramente criticadas.

Así las cosas después de la fuerte devaluación del mes de enero que llevó a varias de las acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York a retornos del -35% en pocos días, tres buenas noticias para la economía local ha permitido una más que apreciable recuperación de acciones y bonos argentinos desde el sacudón observado en el primer mes del año:

-Un Banco Central que saca pecho y le dice al mercado “aquí estoy, ven y córreme”: sube tasas y cambio de regulaciones (ambas medidas de corto plazo pero sirven)

-Un gobierno que sincera la medición inflacionaria (¿medida de largo plazo?)

En este sentido Germán Fermo, director de MacroFinance entonces recordó lo dicho hace una semana: “En este contexto, ¿se vendrá un retorno del rally de acciones argentinas en Nueva York?” Y ASI FUE!! PUM PARA ARRIBA!!

Para no sufrir otra devaluación en el futuro inmediato, es clave que la devaluación nominal de enero termine siendo una devaluación real y para que ello ocurra la filtración a precios deberá ser minimizada. Con esto en mente, queda más claro que el agua que en las paritarias que se vienen el Gobierno e Cristina Fernández de Kirchner se juega gran parte del éxito o fracaso de la devaluación de enero y el 2014 en su conjunto.

Con la post-devaluación de enero, el mercado peligrosamente se encaminaba hacia un sendero de potencial inestabilidad. Las recientes medidas del BCRA han sido muy correctas en el sentido que permitieron por las próximas semanas estabilizar el mercado cambiario convirtiéndose en un elemento indispensable de cara a las paritarias que se avecinan: congelar expectativas y sacarle gamma al mercado es clave, obviamente que ninguna medida del Banco Central será gratis, en especial, el aumento de tasas. A 90 días vista, la Argentina parecería haber alcanzado cierta estabilidad.

Se hace difícil comprender por qué devaluar antes de una paritaria. Parecería ser que antes del 23% de devaluación del peso argentino en enero, las expectativas inflacionarias pre-paritarias rondaban en un 25% aproximadamente. Hoy, y al menos por el momento el país es otro, con expectativas inflacionarias que peligrosamente se han acercado al 35%/40%. El shock devaluatorio claramente contagió expectativas inflacionarias y le hizo ganar gamma (aceleración) al público justo en un momento en donde a semanas de comenzar las negociaciones por paritarias, el gobierno argentino necesitaba todo lo contario.

Pero si bien se podría deducir que la devaluación fue en varios aspectos desordenada y hasta improvisada, en las últimas dos semanas el Banco Central ha hecho un excelente trabajo de corto plazo en subir tasas y en obligar a los bancos a liquidar parte de sus activos en dólares ocasionando un colapso del dólar en todas sus formas: oficial, dólar MEP, contado con liqui, futuros, blue, rosa, azul, verde, marrón o como quieran llamarlo, insisto, nada de esto es gratis, nada de esto estabiliza el mediano plazo pero para marzo frente a paritarias, sirve y mucho.

Es obvio que todo esto tiene su costo: obligar a los bancos a desdolarizarse afecta su solvencia de largo plazo y subir tasas va a generar un sustancial enfriamiento de la economía argentina y además un creciente déficit cuasi-fiscal financiado con un festival de Lebacs y costos de reposición de capital de trabajo sustancialmente más altos. Cuando se deja que un proceso inflacionario gane inercia, los costos de frenarlo son enormes y hoy se están vislumbrando. Pero también es cierto que no hacer nada y mirar cómo se seguían perdiendo reservas tampoco ayuda porque también ese fenómeno estaba llevando a la economía argentina a un enfriamiento importante: la incertidumbre extrema también frena decisiones de inversión y con ello a la economía en su conjunto. Todavía seguimos sin un plan anti-inflacionario de largo plazo y mientras no lo tengamos la economía argentina transitará una secuencia de parches a 90 días, es así cómo hay que pensar la economía argentina de hoy.

En este contexto, parecería que con las medidas tomadas, más una liquidación de stocks de soja en los próximos meses se podría descomprimir por un tiempo el significativo estrés al que estuvieron sometidas las reservas del Central y el tipo de cambio. Claramente, las acciones del Banco Central le restaron aceleración a un mercado que días atrás estaba para el cachetazo con un dólar informal quebrando la barrera de los 13 pesos y al cierre del viernes coqueteándole en el nivel de 11.50. Por el momento, el Central le ha ganado al mercado.

Si bien nada de esto será permanente porque no se está efectuando un sólo ajuste estructural, lo cierto es que para marzo cuando comiencen las paritarias el gobierno enfrentará a los sindicatos con un dólar blue aparentemente más anestesiado, un dólar oficial menor a 8 y tasas de punta que servirán como competidor de corto plazo al dólar aun cuando tasas altas por mucho tiempo sea insostenible. Recordemos que la parte corta de la curva de Lebacs ronda el 29% y la larga (un año) superó levemente el 30%.

¿Y por qué son tan importantes las paritarias? Muy sencillo, de la negociación con los gremios por el salario de los trabajadores se sabrá en gran medida la inflación que padecerá la Argentina durante 2014 y qué tanto quedará de la devaluación real. Es por esta razón y razonamientos de largo plazo además que el Banco Central ha hecho un gran trabajo dadas las pocas herramientas de que dispone: en un entorno de baja confianza y de emisión históricamente alta intenta como puede vía suba de tasas y cambios regulatorios entregarle al Gobierno un mercado que “por ahí” pierde algo de aceleración y llega más dócil a la hora de discutir aumentos de salarios. Por lo tanto, la post-devaluación y en ausencia de cambios de sustancia, la estabilidad cambiaria de corto plazo se convierte en un aliado clave e indispensable para el gobierno argentino de cara a paritarias.

¿Y después de esta tregua cambiaria, cómo sigue esto? Será para otro capítulo de esta inquietante economía argentina.

Autores

Sala de Inversión