Desde 2009, El Espectador y RADDAR Consumer Knowledge Group han escogido una variable económica que se destaque durante el año por su desempeño e impacto en la calidad de vida de los colombianos.
La tentación de gastar más de lo que tenemos es constante, y más aún en el gobierno, porque las necesidades fácilmente superan la capacidad de atenderlas; además, en 2012 se refleja un esfuerzo serio del Gobierno Nacional que viene desde hace varios años, para controlar esta tentación y mantener un gasto público frente a un escenario de ingresos limitado.
Desde 2009, El Espectador y RADDAR Consumer Knowledge Group han escogido una variable económica que se destaque durante el año por su desempeño e impacto en la calidad de vida de los colombianos; este año la variable que resaltó en el análisis es lejana a nuestra cotidianidad pero tiene enormes implicaciones en ella: el déficit fiscal.
El déficit fiscal en Colombia puede analizarse desde diversos puntos de vista de manera coyuntural, más en la tendencia que ha tenido hay evidencia clara: históricamente el déficit del Gobierno Central ha estado cercado al 1% del PIB, lo que significa que el Gobierno gasta más de lo que recibe y que, por lo tanto, debe buscar recursos en la economía para lograr cumplir con sus funciones; más esta tendencia cambió radicalmente con la Constitución de 1991, en la que las nuevas funciones del Gobierno Nacional causaron un aumento desmedido en los gastos sin tener la misma tendencia en los ingresos, llevando al Gobierno Central a un déficit máximo de 6,47% en 1999, al que, en adición, se sumó la recesión que vivió el país ese año.
Desde aquel año, el Gobierno Nacional buscó diversas medidas para reducir este déficit, pues su magnitud afectaba la economía por la necesidad de recursos del Gobierno, presionando el mercado, y por el aumento de la deuda del Gobierno, donde cada día se hacía más difícil conseguir el financiamiento para mantener el sector público andando y la incertidumbre que esto causaba.
Afortunadamente y sin importar las posiciones políticas, Colombia ha logrado tener una tecnocracia económica que ha trabajado seriamente por el país y logró que el Gobierno Nacional realizara reformas importantes, entre ellas la Ley de Responsabilidad Fiscal del año 2003 (Ley 819), la cual dio origen al Marco Fiscal de Mediano Plazo, y, en el año 2011, al Acto Legislativo de Sostenibilidad Fiscal y la Ley de Regla Fiscal, aprobados por el Congreso de la República, para fortalecer los objetivos de la Ley de Responsabilidad y así aumentar el ahorro público y la implementación de política contracíclica.
Igualmente, el Acto Legislativo del Sistema General de Regalías aportó elementos adicionales para una mejor distribución de los recursos por regalías mineras que puedan ser mejor aprovechados por las entidades locales tanto para el desarrollo de proyectos con alto impacto económico y social como para el ahorro; situación que coincidió con el buen recaudo tributario recibido en 2010-2012, logrando reducir el déficit a sus niveles históricos, que se encontrará entre el 1 y el 1,7% del PIB, según las estimaciones de RADDAR.
¿Qué significa esto? Que nuestro Gobierno está llegando al nivel que la Constitución del 91 le puso en cuanto a cumplimiento de deberes y derechos desde el gasto público, proceso que duró más de 20 años y que tuvo un gran costo en las finanzas públicas y más aún con el bloque de constitucionalidad que se creó; también se puede interpretar como que el Gobierno Central ha logrado un nivel de recaudo de impuestos importante por medio de mejoras en la DIAN y una mejor situación de equilibrio.
En este punto, sin duda, los problemas de ejecución de 2012 tienen algún aporte, pero no para afirmar que el déficit fue causado por la baja ejecución; otra interpretación muy importante se refiere a que esos mayores tributos también significan que la industria y los hogares están en una mejor dinámica y su aporte a las arcas nacionales ha crecido.
¿Cómo nos afecta? Siempre hemos sentido la macroeconomía como un tema lejano y confuso, por esto es bueno comprenderla como nuestro hogar. En este caso, el Gobierno aún gasta más del dinero que genera, pero esta diferencia es menor, lo que hace que su capacidad de acción aumente y no requiera endeudarse tanto y pueda focalizar sus esfuerzos de deuda en la construcción de activos y redistribución de ingreso.
Esta noticia, hace que la percepción del mundo sobre Colombia sea mejor y, por ende, nos presten dinero a mejores tasas, lo que hace que la deuda externa y el servicio de deuda sea menor en términos relativos, y así se libera más recursos para inversión del presupuesto nacional. Lo que significa que sentiremos cada vez más el esfuerzo positivo del Gobierno Nacional en inversión, reducción de pobreza y cumplimiento en derechos fundamentales.
Así, en este gobierno, se alcanzó una gran meta: la estabilidad de las finanzas del Gobierno Central y mantenerlo de manera prudente es un objetivo claramente establecido en la ley de Regla Fiscal, y depende de serias posiciones políticas en el país.