"Se vio mucho optimismo por de las elecciones y las posibles reformas", dijo Darren Capeloto, estratega de portafolio especializado en América Latina de Payden & Rygel, en Los Angeles.
El impulso que está ganando la agenda de reformas y la reactivación de la economía de su principal socio comercial, EE.UU., atraen a los inversionistas hacia el segundo mayor mercado de América Latina.
Gerentes de fondos internacionales afirman que los anuncios de reformas en el sistema educativo y de telecomunicaciones de México entregan un escenario positivo para que los inversores estadounidenses sigan depositando casi un 30% de su cuota latinoamericana en acciones y bonos mexicanos.
"Se vio mucho optimismo por de las elecciones y las posibles reformas", dijo Darren Capeloto, estratega de portafolio especializado en América Latina de Payden & Rygel, en Los Angeles.
Enrique Peña Nieto asumió la presidencia en diciembre y ha logrado acuerdos con legisladores de la oposición para promover las reformas. La más importante es la del sector de energía, en su mayor parte en manos del Estado.
Luego de superar en el 2012 a casi todos los mercados emergentes con un avance de un 17,8%, el índice IPC de México lleva perdido un 2% este año.
Ese retroceso se explica en parte porque la reforma de las telecomunicaciones ha castigado a las acciones de la empresa de Carlos Slim, América Móvil, que representa más de un 15% del mercado local.
Las acciones de la compañía se han hundido un 22% en lo que va del año. Los inversores temen que las nuevas regulaciones obliguen a América Móvil a vender activos, lo que se suma a la decepción ante sus inversiones en Europa.
"En el corto plazo, son noticias complicadas para la misma América Móvil, pero claramente es un desarrollo positivo desde el punto de vista de crecimiento potencial", dijo Alberto Bernal, jefe de investigación de BullTick Capital Markets, en Miami.
Un declive significativo en los rendimientos de los bonos mexicanos y la apreciación del peso son señales del entusiasmo inversor. El banco central mexicano reportó en febrero que los inversionistas extranjeros depositaron el récord de US$80.000 millones en bonos y acciones del país, casi cinco veces más que en Brasil.
Datos de la firma de análisis de fondos Lipper, de Thomson Reuters, muestran que las colocaciones en México por carteras de fondos estadounidenses focalizadas en América Latina han aumentado en los últimos cuatro años, aunque no a un ritmo sostenido.
Al final de 2012, México representaba un 5,22% de esas carteras de acciones y bonos , sobre el 4,26% de finales de 2009.
Fiebre del dinero
México envía casi un 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos y sus fábricas operan en estrecha colaboración con sus pares del lado norte de la frontera.
"Lo que también encontramos muy interesante es el grado y alcance con el que ahora México puede participar en el crecimiento en Estados Unidos. Invertiremos en los grupos industriales en México", dijo Joel Wells, gerente de cartera especializado en bienes raíces de Alpine Woods Capital , en Purchase, Nueva York.
La infraestructura y la vivienda son dos áreas que atraen el interés de los inversores, según Alpine.
Fondos estadounidenses que invierten en mercados emergentes han depositado unos 4.700 millones de dólares en bonos y acciones mexicanos en los 12 meses terminados el 31 de enero, de un total de 15.000 millones de dólares en ingresos netos hacia América Latina.
Los activos de la región que tienen esos fondos suman unos US$117.000 millones, más de un cuarto de los US$480.000 millones que tienen en total, según datos de Lipper.
El gigante petrolero estatal Pemex financia alrededor de un tercio del presupuesto del Gobierno, es el séptimo mayor productor de petróleo del mundo y uno de los principales proveedores de Estados Unidos.
El Gobierno de Peña Nieto quiere que las reformas, incluyendo la apertura de la industria petrolera a más inversión privada, conduzcan a un incremento en la producción.