El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometió anunciar el lunes nuevas medidas económicas para reducir el déficit fiscal primario del país en 2019 por debajo del objetivo actual del 1,3% del PIB.
Buenos Aires.- Con Argentina buscando recortar su déficit presupuestario para convencer a los nerviosos inversores de que no habrá ningún problema para pagar la deuda, el presidente Mauricio Macri enfrenta una presión cada vez mayor para que retroceda en una de sus principales políticas, los recortes en los impuestos a exportaciones de granos.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometió anunciar el lunes nuevas medidas económicas para reducir el déficit fiscal primario del país en 2019 por debajo del objetivo actual del 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB), acordado como parte de un préstamo del Fondo Monetario Internacional de US$50.000 millones.
El Gobierno no ha dado detalles de cuáles son las medidas que espera tomar para calmar a los mercados, tras una fuerte depreciación de la moneda local la semana pasada, aunque medios locales dicen que habrá nuevos impuestos a las exportaciones y una fuerte reducción en el número de ministerios.
"El mercado probablemente espere un presupuesto para 2019 que haga un esfuerzo creíble para eliminar el déficit primario", dijo Jeffrey Lamoreaux, analista senior en riesgo país de Soluciones Fitch en Nueva York, haciendo hincapié en subsidios y gasto social, e impuestos a las exportaciones, como formas de cerrar la brecha.
El peso viene de perder la mitad de su valor frente al dólar en el 2018.
En su esfuerzo por avanzar en la reducción del gasto público, Macri planea eliminar o unificar entre 10 y 13 ministerios, luego de extensas reuniones que mantuvo con sus funcionarios el fin de semana, añadieron diferentes matutinos locales.
"El riesgo para Macri es que aleje a uno de los pocos sectores que aun lo siguen", agregó Lamoreaux.
Tras asumir en diciembre de 2015, Macri eliminó los impuestos a la exportación de maíz y trigo, y comenzó a reducir gradualmente los gravámenes sobre la soja y derivados, que habían sido el centro de una disputa entre la ex presidenta Cristina Fernández y el sector agroexportador.
Las especulaciones sobre las medidas para gravar las exportaciones argentinas de maíz y trigo respaldaron los precios de los futuros de granos a nivel internacional el viernes en Chicago. El país sudamericano es el tercer mayor exportador mundial de maíz y soja.
Dos ex funcionarios económicos del Gobierno liberal de Macri han sugerido impuestos a las exportaciones.
"Nunca creí yo en este instrumento como una cuestión permanente, pero esto es un incendio", afirmó en una entrevista televisiva Carlos Melconian, quien fue presidente del Banco Nación durante el primer año de mandato de Macri.
Luciano Cohan, ex subsecretario de programación macroeconómica de Macri, comentó en su cuenta de Twitter que un 5,0 por ciento en los impuestos a todas las exportaciones, no solo a las agrícolas, arrojaría ingresos por entre 3.500 y 4.000 millones de dólares en 2019.
Un portavoz del Ministerio de Agricultura afirmó que no tenía información sobre dichos planes, mientras que otro del Ministerio de Hacienda no respondió al pedido de comentarios.
Rieso para Macri. Economistas dicen que los impuestos no representarían una carga excesiva para los agricultores orientados a la exportación, quienes ganan más en pesos cuando la divisa se deprecia debido a que las exportaciones de granos se realizan en dólares.
"Los sectores que van a ganar fuertemente con esta devaluación también tienen que estar dispuestos a entregar algo", aseguró Fernando Camusso, director de la firma de inversiones Rafaela Capital. "El grueso de la posibilidad de achicar con mas rapidez el déficit va a venir del lado de las retenciones", añadió.
Sin embargo, grupos de agricultores criticaron la posibilidad de impuestos a las exportaciones. Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), afirmó que "es el atajo, el camino fácil" y argumentó que la depreciación del peso afecta a los agricultores, quienes ahora deberán pagar sus insumos importados a un mayor costo.
El 59% de los costos de insumos de los productores argentinos de soja está en dólares, de acuerdo a un comunicado de CREA de junio, un grupo de expertos que se concentra en la agricultura. La cifra sube al 61% para los costos de insumos de trigo.
El Gobierno ya ha incumplido su compromiso de bajar los impuestos a la soja. Luego de que funcionarios de alto rango insistieron en que la administración no cambiaría el rumbo tras firmarse el acuerdo con el FMI en junio, Dujovne congeló el mes pasado los recortes planeados en los impuestos a las exportaciones de soja.
Un impuesto a las exportaciones reconocería que el plan inicial para reducir el déficit mediante recortes de gastos no era suficiente. El Gobierno ha acelerado los recortes para alcanzar un nuevo déficit primario de 2,7% del PIB este año, por debajo del 3,2% previo.
Estas reducciones han traído una mayor conflictividad a las calles del país. Cientos de despidos en empresas estatales y ministerios del Gobierno han llevado a enfrentamientos con la policía.
Además, decenas de miles de estudiantes y personal universitario han marchado a lo largo del país para exigir presupuestos y salarios más altos, que dicen han sido erosionados por la alta inflación que sufre el país.
Nuevos recortes de déficit en respuesta a la volatilidad monetaria de esta semana y un compromiso del FMI para adelantar sus fondos para garantizar que Argentina pueda satisfacer sus necesidades de financiamiento en 2019 serían pasos en la dirección correcta, dijo Axel Christensen, estratega jefe de inversiones para Latinoamérica e Iberia en Blackrock.
Pero incluso eso podría ser insuficiente. Los acontecimientos de días recientes han traído los recuerdos de la crisis económica que sufrió Argentina en 2001-02, cuando el país dejó de pagar su deuda y millones cayeron en la pobreza, dijo Christensen.
"Incluso si técnicamente están haciendo lo correcto, hay una conexión emocional con episodios pasados en Argentina", agregó.