Los expertos ven difícil que México pueda responder con una reforma fiscal integral en estos momentos, pero ven viable que el Ejecutivo otorgue estímulos fiscales a través de decretos para fomentar la inversión en el país.
Ciudad de México. Tras la aprobación de la reforma fiscal en Estados Unidos, las autoridadades mexicanas deben empezar a analizar el documento y buscar las medidas necesarias para mitigar cualquier efecto negativo, coincidieron analistas.
“Deberán revisar qué medidas fiscales se pueden tomar para tratar de mitigar los posibles impactos que pueda llegar a tener esta reforma sobre México, ya que hace más competitiva la inversión en Estados Unidos”, acotó José Manuel Velderrain, socio director de Velderrain Sáenz y Asociados.
Agregó que a pesar del recorte al Impuesto Sobre la Renta (ISR) corporativo en Estados Unidos, de 35 a 21%, México aún es competitivo frente al país vecino debido a la mano de obra barata.
Con lo anterior concordó Manuel Toledo, socio de Impuestos y Servicios Legales en Andersen Tax & Legal México, quien agregó que, con el recorte a la tasa corporativa, México debe analizar con mucho más detalle hasta qué punto nos va a afectar y en qué momento.
“Hay varios temas en esto. Uno de ellos es en cuánto tiempo los inversionistas extranjeros, que tienen su capital en México, pudieran mover su inversión hacia Estados Unidos (...) es muy difícil poder cambiar todo el esquema de la industria, todas las plantas, maquinarias, mano de obra, lo que se tenga instalado, de un día a otro”, aseveró.
Agregó que el impacto económico de la reforma estadounidense se puede ver reflejado hasta, quizá, al paso de un año, tanto en Estados Unidos como en México.
Ambos analistas ven difícil que se lleve a cabo una reforma fiscal integral en estos momentos como respuesta, sobre todo porque la reforma en EU entra en vigor el 1 de enero del 2018, no obstante, consideran posible que el Ejecutivo, a través de decretos, otorgue estímulos fiscales para fomentar la inversión en el país.
Entre ellos, podrían ser la deducción total de las prestaciones laborales, para volver todavía más atractivo al mercado laboral en México; algunas deducciones inmediatas en inversiones; otro programa de repatriación de capitales, ya que en EU se contempla uno; la eliminación de la PTU; valorar la posible reinversión de las utilidades, y dar una tasa preferencial para nuevas inversiones, propusieron los analistas.
“México tendrá que analizar algún esquema de retención de inversión y poder atraer un poco más. Primero es retener, luego dar estímulo para atraer nuevas, por ejemplo, deducción inmediata de inversiones, algún apoyo quizá hasta de los impuestos estatales en materia de Predial, a la nómina o algo que los gobiernos estatales pudieran colaborar con el federal para poder atraer inversión a México”, señaló Manuel Toledo.
Difícil, bajar en México el ISR a empresas. Ante el recorte a la tasa corporativa en Estados Unidos, varios sectores han propuesto que en México se lleve a cabo una acción similar; sin embargo, es algo poco aconsejable, indicó José Manuel Velderrain.
“El recorte en el ISR corporativo, como en Estados Unidos, se ve difícil en estos momentos debido al tema de la recaudación ya que, al bajarlo, se perdería porcentaje de los ingresos tributarios y, además, podría ampliar el déficit que existe en el país, lo cual no es recomendable”, acotó.
Aunado a lo anterior, Eduardo Barrón, socio de Impuestos Internacionales en Deloitte, detalló que México no tiene margen de maniobra para reducir el ISR corporativo de la misma manera que Estados Unidos, debido a su bajo porcentaje de recaudación respecto al PIB, que es de apenas de 16%.
“Eso te deja ver que no hay mucho espacio para maniobrar. Una reducción de un impuesto tendría que ir acompañada del aumento de otros y ahí hay diferentes tendencias, hay países en donde los impuestos están más cargados hacia las personas físicas, lo cual no veo como solución. Otra tendencia es que los impuestos están más cargados hacia las contribuciones de seguridad social, pero tampoco creo que pueda ir por ahí el tema”, acotó.
Por su parte, Manuel Toledo argumentó que para compensar la caída que ocasionaría una rebaja en el ISR a empresas lo que se ha venido proponiendo, desde hace mucho, es la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Países deberán revisar esquema. El recorte a la tasa corporativa en Estados Unidos no sólo afecta a México, sino a otros países que también deberán revisar y ver si es propicio realizar alguna modificación en su tasa del ISR a empresas o su sistema tributario, explicaron los analistas.
“Los países deben estar analizando este tema y pronto, en algunos, dar a conocer alguna medida al respecto. No hay que perder de vista que hay varios países que, en tasa corporativa, están por debajo de Estados Unidos, por lo cual no tendrían mayor inconveniente. El caso es que haya un análisis integral en cada país”, explicó Mariana Ramírez, analista de Ve por Más.
A decir de Manuel Toledo, los países de América Latina que tengan una relación con Estados Unidos son los que podrán ver un mayor impacto, por lo cual puede ser que éstos sean los que busquen bajar su tasa corporativa.
“Estados Unidos, al mover su tasa, mueve a todos los países, principalmente los de América, y tendrán que analizar qué van a hacer. Mover una tasa del ISR corporativo es delicadísimo. Los países tendrán que planear sus gastos e inversiones y optimizarlas para que de esta manera pudieran permitirse modificar la tasa del ISR y cuidar que la deuda que tienen no se incremente”, finalizó.