El cobro de las coberturas, el ingreso por remesas y el precio internacional de las gasolinas beneficiaron las arcas; en contraparte, el costo de la deuda se incrementó más de 23%, en línea con la depreciación de la moneda.
La depreciación de 22% que registró el peso con respecto al dólar a lo largo del 2015 tuvo algunos beneficios para las finanzas públicas al cambiar los dólares que ingresaron al país a pesos, y amortiguó la caída en el precio del crudo que generó menos ingresos petroleros para el fisco, concuerdan analistas.
José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), confirmó que al final del día, la caída en el precio del crudo fue compensada por la depreciación del tipo de cambio, porque una vez que se convirtieron a pesos los dólares provenientes de la exportación del combustible se generó más capital para el erario público.
“A pesar de la caída tan abrupta de los precios del petróleo, la depreciación de 22% en el tipo de cambio que se registró a lo largo del 2015 benefició al propio sector público; hay un poco más de dinero y eso sin duda es benéfico para la economía”, recalcó.
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De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en lo que va del año, el precio del barril de la mezcla mexicana registra un descenso acumulado de 40.42% (-US$18.37 por barril) y un nivel promedio de US$44,90 por barril; es decir, 34.10 dólares menor a lo previsto en la Ley de Ingresos del 2015.
Datos de la Unidad de Inteligencia Financiera de El Economista muestran como desde el 2014 y en el transcurso de los meses, el precio del dólar se incrementó de forma exponencial, debido principalmente a la incertidumbre que generaba la Reserva Federal (Fed) al no incrementar su tasa de interés.
Es así que a octubre del 2014, se tenía un tipo de cambio de 13,47 pesos por dólar, al 23 de diciembre la cotización fue de 17,20 pesos por billete verde. Es decir que en 15 meses incrementó US$3,73.
Jonathan Heath, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, consideró que también el erario se benefició por la depreciación cambiaria, sobre todo al convertir a pesos los dólares provenientes de las coberturas petroleras.
Y aunque a su parecer es muy difícil diferenciar quién ganó o perdió ante la volatilidad en el tipo de cambio, lo cierto es que “el cobro de las coberturas petroleras fue benéfico por la transacción de cambiar los dólares a pesos en un momento de mucha incertidumbre, ante la indecisión de la Fed”.
El 8 de diciembre, la Secretaría de Hacienda informó que el gobierno federal recibió US$6.284 millones por el cobro de las coberturas petroleras (106,941.1 millones de pesos), capital que se destinará a cubrir el presupuesto de este año.
Ante la volatilidad, Hacienda cambió los dólares a pesos a través del Banco de México en partes proporcionales (483 millones de pesos, cada día hábil), desde el 9 de diciembre y hasta el próximo 28 de diciembre.
La Unidad de Inteligencia Financiera de El Economista mostró con información del Banxico, que en el periodo de la transacción (contando hasta el 23 de diciembre) se han cambiado en total 91.198,9 millones de pesos, donde se confirma que el erario público sí ganó por este fenómeno.
50% de las gasolinas son importadas. Los analistas concuerdan en que a pesar de que el erario recibió más ingresos provenientes por el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas, y ello compensó la caída en los ingresos petroleros, aquí el tipo de cambio no influyó.
Ello, debido a que México importa gasolina y por ende al contar con un tipo de cambio tan alto éstas salen más caras.
Se estima que 50% de las gasolinas que se consumen en el país son importadas, donde el precio al que se vende es el doble del que se compra. “Lo ideal para que los ingresos por IEPS sean más benéficos para el gobierno es que la venta de gasolinas en México sea a un precio más alto y se compren más baratas en el exterior; entonces, en el 2015 el tipo de cambio alto no benefició al IEPS a las gasolinas”, explicó Villarreal.
Otros ganadores, las exportaciones. De acuerdo con los analistas, otro sector de la economía que se benefició por la depreciación cambiaria fue la industria exportadora del país, en especial, sectores que están vinculados con la mano de obra, que en este año se les brindó mayor competitividad.
Bajo dicho argumento, De la Cruz ejemplificó con la industria del vestido, calzado y sobre todo la parte textil fueron las que se beneficiaron, ello porque las ganancias de sus exportaciones fueron mejores a lo esperado, incluso a lo de otros años, gracias a la depreciación del tipo de cambio.
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Aproximadamente, 70% de las exportaciones que realizan las empresas mexicanas se dirigen hacia Estados Unidos. Los empresarios reciben los mismos dólares por su trabajo pero en México valieron más.
Por su parte, Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), admitió que otro de los posibles ganadores por la depreciación del tipo de cambio fue el propio Banco de México. El Banxico, a través del mecanismo de subastas gubernamentales que inició el 31 de octubre del 2015 con un tipo de cambio de 13.47 pesos por dólar, al 11 de diciembre y con un 17.38 pesos por dólar, colocó alrededor de US$29.657 millones en el programa, debido a la volatilidad.
“Lo que es importante en todo el fenómeno de la depreciación cambiaría es que no se ha traducido en inflación; ése es un fenómeno que vale la pena notar y observar. La inflación está en niveles históricamente bajos y eso se ha traducido en menores precios y ayuda para el bolsillo de los mexicanos”, agregó.
Mayor estabilidad para el 2016. De la Cruz anticipó que en lo que resta del año y para el primer trimestre del 2016, podría haber cierto grado de estabilidad en el tipo de cambio. Ello, en el sentido de que la decisión de la Fed y el Banco de México, al subir las tasas, terminó con la incertidumbre al respecto.
“En este sentido, la estabilidad cambiaria se mantendrá; sin embargo, todavía queda una historia distinta por contar para el 2016 porque aún no sabemos con certeza cuántos incrementos en tasas se tendrán y falta definir montos”, explicó.
Analistas concuerdan en que se prevé que la Fed incremente al menos en 1 punto porcentual más sus tasas de interés en el siguiente año, lo que generará que el dólar se aprecie frente a casi todas las monedas.
Heath manifestó que el cambio de ciclo de la política monetaria tendrá repercusiones en la economía real, sobre todo en el crecimiento y generará presiones inflacionarias y en el sendero del tipo de cambio.
“Habrá que mantener una actitud vigilante y las autoridades financieras deberán estar atentas a adoptar políticas correctivas de ser necesario; de lo contrario, podríamos observar una cotización sin precedentes cercana a 18 pesos por dólar”, añadió.
La desaceleración de la economía china y lo que suceda con la Unión Europea y Estados Unidos, son factores que también pueden influir en el tipo de cambio.