"Es malo para todo el mundo desde el punto de vista de la inflación, pero beneficioso para algunos países latinoamericanos", dijo Carlos Quenan. Resaltó que en Venezuela las importaciones de alimentos podrían generar una mayor inflación en el mercado interno.
El precio mundial de los alimentos ha permanecido por encima de su media histórica desde fines del año 2006. Esta situación ha sido objeto de análisis por parte de distintos organismos internacionales, debido a las consecuencias que podría generar en países dependientes de las importaciones de rubros agrícolas.
En la región latinoamericana, las naciones de Centroamérica y del Caribe serían las más afectadas por el alza de las materias primas, lo que se vería reflejado en una balanza de pagos negativa. Mientras que en países como Venezuela, el repunte del petróleo podría compensar un eventual déficit en las cuentas externas.
Expertos reunidos en Caracas, en el foro organizado por el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (Sela), sostienen que los precios de las materias primas afectan a la región latinoamericana de distintas formas, y que la principal consecuencia es el incremento de la inflación interna.
Carlos Quenan, especialista del Instituto de Altos Estudios sobre América Latina, explicó que además de la inflación, en algunos países se agrega un efecto negativo en la balanza de pagos al aumentar la factura de los productos primarios que se importan como es el caso del petróleo, lo cual se acentúa en América Central y el Caribe.
Entre tanto, para América del Sur es una situación beneficiosa, ya que mejoran los ingresos por exportación y se amplía el margen de maniobra desde el punto de vista de las cuentas externas.
"Es malo para todo el mundo desde el punto de vista de la inflación, pero beneficioso para algunos países latinoamericanos", dijo Quenan.
Resaltó que en Venezuela las importaciones de alimentos podrían generar una mayor inflación en el mercado interno.
El gobierno ha fortalecido las compras externas de productos agrícolas para evitar la escasez de los principales rubros alimenticios.
Quenan destacó que por efecto de los precios, las importaciones podrían generar un efecto negativo en la balanza de pagos venezolana. Pero que "si el precio del petróleo aumenta más y le genera mayores ingresos que lo que se cancela por las importaciones, el efecto global neto sería positivo para Venezuela".
Especulación. José Rivera Banuet, secretario permanente del Sela, señaló que existen tres componentes que impulsan los precios de los alimentos en el mercado internacional, uno de ellos es la oferta.
"La crítica situación climática que se ha presentado como resultado de las lluvias, la sequía y por desastres naturales, ha hecho que disminuya la oferta de productos agrícolas".
En segundo lugar, menciona el aumento de la demanda. Sostiene que hoy en día hay un mayor número de familias de clase media que requieren más alimentos, especialmente de la región asiática. Recuerda Rivera que en lo que más gastan los hogares a la hora de una mejora económica es en alimentos.
"Pero hay una tercera razón detrás del aumento de los precios de los alimentos, y es la especulación. Como ahora hay menos margen de especulación financiera, luego de la crisis del año 2008, ahora esa especulación se traslada de los instrumentos financieros a los alimentos, lo que hace que se juegue con los precios de estas materias primas", apunta el secretario del Sela.
China pasa al segundo lugar. En la reunión regional del Sela, "La VI Cumbre Birregional de Madrid, la dinámica recesiva en algunos países europeos y perspectivas para las relaciones económicas de América Latina y la Unión Europea", presentaron un análisis sobre las tendencias en el comercio entre ambas regiones.
Los datos disponibles para 2010 sugieren una recuperación económica de los intercambios comerciales.
Las exportaciones latinoamericanas y caribeñas hacia la Unión Europea presentaron un aumento de alrededor de 25% respecto a 2009, y además se registró un alza de poco más de 15% de las importaciones de la región procedentes del viejo continente.
Sin embargo, a pesar del rebote del comercio birregional, el nivel de los intercambios sigue por debajo del alcanzado en el año 2008 y muestra valores apenas superiores a los de 2006.
Estas cifras contrastan con la evolución de las relaciones comerciales de América Latina y el Caribe con China, que han visto aumentar su peso en el comercio exterior de la región.
Osvaldo Rosales, director de la División de Comercio Internacional e Integración de la Secretaría Ejecutiva de la Cepal, recuerda que aunque la Unión Europea sigue siendo un socio de importancia para la región con un peso de 13% en el intercambio comercial, en la década de los 70 llegó a alcanzar 35%.
"China está desplazando a la Unión Europea como socio exportador y es muy posible que lo haga definitivamente entre los años 2013 y 2014".
Rosales destaca como positivo que la Unión Europea tiene un mayor número de acuerdos con países de la región latinoamericana que los que tiene Estados Unidos, por ejemplo.
Carlos Quenan, quien también es co-redactor del documento presentado ayer en la reunión del Sela, prevé que aunque se mantenga en 2011 la recuperación del intercambio regional entre ambos bloques, el tamaño dentro del total del comercio de América Latina seguirá disminuyendo.
"Aunque Europa muestra signos de recuperación, esta será aún débil. No se esperan mayores modificaciones en el comercio".