“China abiertamente está proponiendo un grupo de instituciones globales con características propias y diferentes a las existentes (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional)”, dijo Enrique Dussel, director del Centro de Estudios China-México, de la UNAM.
Desde que China informó sobre la creación del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (AIIB, por su sigla en inglés) analistas económicos y políticos han advertido que podría ser el inicio de una guerra económica entre dos potencias: China y Estados Unidos, amén de que este nuevo banco podría ser utilizado con fines políticos.
Lo cierto es que en estos últimos años China ha buscado más protagonismo en la escena económica mundial y ahora ha dado un paso importante con la creación del AIIB.
“China abiertamente está proponiendo un grupo de instituciones globales con características propias y diferentes a las existentes (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional)”, dijo Enrique Dussel, director del Centro de Estudios China-México, de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Para Oliver Ambía, director del Departamento de Finanzas del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, la nueva institución internacional es la respuesta del gobierno de China a un nuevo orden económico, político y financiero global.
Además, el nuevo banco internacional cuenta ya con el apoyo de gobiernos importantes tanto europeos (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia) como de algunos países asiáticos, entre los que destaca Japón y otros más que ya analizan su ingreso.
Con US$100.000 millones en la bolsa. De entrada, esta institución bancaria cuenta con un capital autorizado de US$100.000 millones, de los cuales, US$50.000 millones serán aportados por el gobierno chino.
Sobre el riesgo de que la creación de este banco implique una guerra entre potencias, Ambía respondió lo siguiente: “Va a ser una opción adicional, al FMI y al BM, pero no sé exactamente si va a ser un contrincante o un antagonista. La importancia es que brindaría a quienes van a ser inversionistas u oferentes rendimientos quizá un poco más atractivos de los que ya pudieran existir para quienes van a colocar sus recursos con este banco y para quienes van a solicitar un préstamo; quizá los requerimientos que pueda demandar este nuevo banco puedan ser más laxos y eso podría ser una importante ventaja o un atributo de valor”.
El especialista insistió en que se trata de una opción atractiva e interesante que dará alternativas nuevas para financiar proyectos con energía renovable y de gran envergadura en infraestructura para los diferentes países, no sólo en Asia.
Al respecto, Dussel concordó al afirmar que “no son instituciones que compitan, sino que se enfocan en mercados paralelos y diferentes”.
Ambía agregó que los países tendrán otra opción para compararla con las tradicionales, pero no descartó que si eventualmente el gobierno de China, como ya ha demostrado con tantas acciones, empieza a priorizar las visiones de corte político sobre las de corte económico, la toma de decisiones al interior del banco se politice.
Amenaza para Estados Unidos. Hasta el momento, Estados Unidos ha dicho que no se sumará al proyecto y, según los especialistas, dudará de todo dato que muestre el gobierno chino sobre la nueva institución financiera, este país ha enfrentado diversos casos de maquillaje de cifras.
A Estados Unidos “lo que le interesa es fortalecer las instituciones que tiene bajo su resguardo, que es el caso del Banco Mundial y del FMI, y ve al AIIB como una amenaza, como un nuevo competidor que les estaría quitando una cuota de mercado o restando un poco de la predominancia que han tenido en estas últimas décadas”´, expresó.
Sobre los cuestionamientos en torno a la creación del nuevo banco, Ambía declaró que el principal punto de crítica tiene que ver con que muchos de los datos que los chinos manejan de corte estadístico están trastocados o maquillados por parte del Partido Comunista Chino.
Retomó el caso del portal de Internet Alibaba, el cual causó furor el año pasado con su oferta pública inicial, la cual parecía atractiva, pero cuando se mostraron los reportes de crecimientos “se desinfló porque se dieron cuenta de que varias de las métricas que tenían los chinos a la postre no eran datos fidedignos o reales, sino que estaban maquillados”, concluyó.
Japón se sumaría en junio: FT. El Banco Asiático de Inversión e Infraestructura podría tener a Japón como miembro a partir de junio, dijo Masato Kitera, embajador del país nipón en China, al diario Financial Times (FT).
Kitera refirió que tiene la misma confianza que los líderes empresariales japoneses, quienes a pesar de “reaccionar tarde” ahora abogan por el banco de desarrollo, al que ven con gran potencial para apoyar los planes de desarrollo de infraestructura en la región.
El diplomático advirtió que este movimiento dejaría a Estados Unidos como la única potencia que quedaría fuera del AIIB. Además, sería una “inversión de la retórica” ante la conflictiva relación que existe entre Japón y China.
Sin embargo, la fuerte presencia que el país nipón mantiene en el Banco Asiático de Desarrollo, que ha cuestionado la necesidad de un nuevo banco, ha generado tensiones.
Hace un par de semanas, Taro Aso, ministro de finanzas, se mostró cauteloso acerca de unirse al AIIB, puesto que Japón tendría que sopesar tensiones con Estados Unidos.