Venezuela, el “Brexit”, la oposición ciudadana al TTIP y al CETA: son varios los factores que lanzan sombras de incertidumbre sobre el acuerdo que negocian nuevamente esta semana la UE y el Mercosur.
Esta semana tiene lugar la primera ronda de negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el bloque de los países del Mercosur, después de que intercambiaran ofertas en mayo de 2016.
La incertidumbre por la salida del Reino Unido de la UE, la convulsión política que atraviesa Brasil, la oposición de la parte de la sociedad civil europea a otros acuerdos que se están negociando en este momento (Transatlantic Trade and Investment Partnership, TTIP, con Estados Unidos y Comprenhensive Economic and Trade Agreement, CETA, con Canadá) son factores que complican el panorama de unas negociaciones, que empezaron hace casi 20 años.
No obstante, como dijeron a la prensa fuentes argentinas, dentro de unos dos años podría estar listo el acuerdo de asociación entre la UE y el Mercosur.
"Acelerón” por Argentina. "El acelerón al que asistimos en estos últimos meses se debe, principalmente, a la presidencia de Mauricio Macri, más proclive a este tipo de acuerdos. Pero también al cambio en Brasil, derivado del golpe parlamentario”, dice a DW Xavier Benito Zuluaga, vicepresidente de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con los países del Mercosur.
A finales del mes (31.10-03.11) será parte también de un grupo de europarlamentarios que visitarán Argentina. Darle impulsos al acuerdo -apoyado por los dos grupos mayoritarios de la Eurocámara- es el objetivo de la visita.
¿Sociedad civil ausente? "A nivel interno hemos objetado que en la agenda –que incluye un probable encuentro con el presidente Macri- no haya encuentros con la sociedad civil y los sindicatos, los grandes ausentes de este y de los otros acuerdos comerciales que se están negociando”, dice Benito.
Un "desafío” representa la movilización ciudadana que existe en este momento contra TTIP y el CETA y que probablemente existirá para uno con el bloque sureño, opinan los negociadores del Mercosur. En su opinión, los especialistas europeos en comercio deberían esforzarse más por mostrarle a la gente las grandes ventajas de estos acuerdos.
Arbitraje, soberanía, agricultura. Por el contrario, según Benito, los grupos de oposición actúan con conocimiento de causa: "El TTIP, el CETA y el delMercosur no van a distar mucho el uno del otro. Incluyen tribunales de arbitraje que implican una cesión de la soberanía nacional a tribunales privados con poco control democrático y con mucha influencia del poder de empresas multinacionales".
Por otro lado, en cuanto al acuerdo con el Mercosur, "lo que se acuerde en cuanto a agricultura puede suponer un fuerte retroceso en las condiciones laborales en el campo europeo y también en América Latina”, afirma Benito advirtiendo de hacer especial seguimiento en los temas energéticos.
Plazo incierto. Así las cosas, esta semana se comenzó a hablar de que el acuerdo UE-Mercosur podría estar cerrado en dos años. ¿Realista? "La situación con Reino Unido –con un Brexit aprobado pero sin datos concretos- no permite hacer pronósticos. Creo que los dos años es más bien una aproximación que hacen ellos, pensando tácticamente en qué momento político les conviene más cerrar este acuerdo. Tendrán que ir, paso a paso, acercando posturas. Pero en realidad no sabemos qué pasará en los próximos meses”, concluye Benito.