Los datos, divulgados por el centro de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV) en el trimestral Sondeo sobre Inversiones, muestran el mal momento que vive la economía brasileña.
Apenas el 27% de las empresas brasileñas realizarán inversiones en los próximos 12 meses, el menor porcentaje en tres años.
Los datos, divulgados por el centro de estudios económicos Fundación Getulio Vargas (FGV) en el trimestral Sondeo sobre Inversiones, muestran el mal momento que vive la economía brasileña.
Según el mercado financiero, la economía debe contraerse un 0,7% este año, y tiene la tasa de interés en el 12,75% anual (mayor nivel en seis años) y cuya moneda, el real, está en su menor nivel frente al dólar estadounidense en los últimos 11 años.
Además del 27% de las empresas que pretenden invertir este año, otro 42% quiere mantener sus niveles actuales de inversión y otro 31% las intentará disminuir, en lo que es la primera vez que las compañías que pretenden reducir inversiones superan a las que quieren aumentarlas.
En el último trimestre de 2014, el 30 por ciento de los empresarios había asegurado que quería aumentar sus inversiones en los próximos 12 meses, cifra que en el segundo trimestre de 2013 era del 51%.
Por su parte, el porcentaje de empresas que quiere reducir sus inversiones en los próximos 12 meses es el mayor desde que se inició el estudio en 2012, y superior al primer trimestre de 2014 (16%) y al último (23%).
En los últimos 12 meses, el 44% de los empresarios afirmaron haber mantenido su nivel de inversiones, un 27% las aumentó y un 29% las redujeron, cifras que contrastan con el primer trimestre del año pasado, cuando el 45 por ciento de las empresas dijo haber mantenido sus inversiones, un 37% las había elevado y un 18% cortadas.
La depreciación del dólar ante el real (un 15% en lo que va de año), que lo ha situado en su menor nivel en 11 años, es la causa más apuntada (42 por ciento) por los empresarios para no hacer inversiones en los próximos 12 meses.
Otro 59 por ciento se justificó por la mala coyuntura económica que vive el país, las malas condiciones para el crédito y la floja demanda interna (35% en ambos casos), la situación económica mundial (32%) y la baja demanda externa (17%).