El acuerdo con los cuatro mayores acreedores no reestructurados, que se consiguió el domingo por la noche, representa el 75% de la totalidad de las sentencias.
Argentina alcanzó un principio de acuerdo con sus acreedores "holdouts" más importantes, por US$4.653 millones, con lo que pondría fin a la disputa por el incumplimiento de deuda soberana del país de hace 14 años y que puede ayudar a reanimar su economía.
El acuerdo con los cuatro mayores acreedores no reestructurados, que se consiguió el domingo por la noche, representa el 75% de la totalidad de las sentencias, incluyendo capital e intereses, según anunció este lunes el abogado Daniel Pollack, un mediador designado por la corte de Nueva York que llevó el caso por la deuda argentina.
"Este es un gigantesco paso adelante en este largo litigio, pero no el paso final", dijo Pollack en su declaración.
"El Principio de Acuerdo está sujeto a la aprobación del Congreso de Argentina y, específicamente, al levantamiento de la Ley Cerrojo y la Ley de Pago Soberano, que fueron puestas en vigor bajo un gobierno anterior y que ahora impiden tales acuerdos", dijo.
Un acuerdo definitivo abriría opciones de financiamiento para Argentina, en momentos en que el Gobierno del presidente conservador Mauricio Macri enfrenta un sombrío panorama fiscal.
Macri, electo en noviembre, ha prometido promover políticas de mercado tras ocho años de proteccionismo del gobierno de la izquierdista Cristina Fernández, quien se rehusó a negociar con los fondos de cobertura a los que calificó de "buitres".
En el acuerdo se incluye al fondo de cobertura Elliott Management, gestionado por el inversor Paul Singer, que presentó varias demanda contra Argentina durante el pleito, con audiencias ante el juez de distrito de Nueva York, Thomas Griesa.
Los otros acreedores en el acuerdo incluyen a los fondos Aurelius Capital Management, Davidson Kempner y Bracebridge Capital.
Los holdouts habían rechazado dos reestructuraciones de deuda ofrecidas por Argentina en 2005 y 2010. Sin embargo, los acreedores que sí aceptaron la oferta no han podido recibir pagos tras un segundo incumplimiento de deuda en 2014, como resultado de un fallo de Griesa, que impide que Buenos Aires les pague si no cancela al mismo tiempo a los holdouts.