El plan de pagos presentado en la medianoche de este viernes a petición de la Corte de Nueva York implica "una compensación justa y equivalente" a la que recibió 93% de los acreedores que ingresó a los canjes, dijo Hernán Lorenzino.
Argentina defendió este sábado la propuesta de pago a acreedores de su deuda presentada ante la Corte de Apelaciones de Nueva York como una alternativa "justa" y que respeta los principios de "equidad" frente a los inversores que sí han aceptado sus reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010.
El plan de pagos presentado en la medianoche de este viernes a petición de la Corte de Nueva York implica "una compensación justa y equivalente" a la que recibió el 93% de los acreedores que ingresó a los canjes, aseguró este sábado en rueda de prensa el ministro de Economía argentino, Hernán Lorenzino.
El ministro destacó que la propuesta es además "consistente" con las leyes y la capacidad de pago de Argentina.
La Corte de Apelaciones de Nueva York tiene entre manos dictar sentencia en un litigio entablado por fondos de inversión estadounidenses y pequeños inversores argentinos, quienes le reclaman al Estado argentinos bonos en mora desde finales de 2001 por US$1.300 millones.
Los querellantes, liderados por el fondo NML, son acreedores que rechazaron los canjes de 2005 y 2010, en los que Argentina logró una adhesión del 93% para reestructurar una deuda en mora inicial de US$102.000 millones, el mayor cese de pagos de la historia, con una quita de 65%, fuertes ahorros en intereses y plazo de pago extendidos.
Argentina sostiene que pagar a sus demandantes el ciento por ciento de sus tenencias a valor nominal y en un solo pago, tal como lo dispuso el juez neoyorquino de primera instancia Thomas Griesa, implicaría un trato injusto para los acreedores que sí aceptaron la reestructuración, lo que podría disparar "una catarata de juicios" contra el país, advirtió este sábado Lorenzino.
"La propuesta presentada implica darle a los acreedores que no entraron a los canjes el mismo tratamiento dado a los que sí entraron", sostuvo el ministro.
La propuesta supone la entrega de bonos Par, que vencen en 2038, para los acreedores con tenencias que no superen los US$50.000 y que representan al 1% de los demandantes, y de bonos Discount (descuento), que vencen en 2033, para los grandes inversores.
Los bonos Par (sin rebajas sobre el capital nominal de la deuda original) tendrán un rendimiento de entre el 2,5 % y el 5,25 % anual.
En tanto, los bonos Discount implicarán una quita del 66,7% sobre el capital nominal, pero con una tasa de rendimiento del 8,28% anual.
Respecto a la compensación por los intereses vencidos desde el 31 de diciembre de 2003, el plan propone su pago en efectivo para los pequeños inversores y la entrega de unos bonos con vencimiento en 2017 y una tasa de rendimiento del 8,75% anual para los grandes inversores.
A todos los acreedores Argentina promete entregar los denominados "cupones PBI", instrumentos negociables con un pago a los inversores cada vez que la economía del país suramericano experimenta un crecimiento anual superior al 3%.
Lorenzino destacó que el plan reconoce los intereses vencidos y proporciona "una compensación justa hacia el futuro" ya que prevé el pago de intereses futuros y "pagos adicionales si la economía argentina crece".
"Tenemos mucha expectativa en el resultado del fallo de la Corte. Creemos que sería un absurdo jurídico realizar un bloqueo a pagos de un país que tiene capacidad y voluntad de pagar a sus acreedores", dijo por su parte el vicepresidente argentino, Amado Boudou.
El vicepresidente aseguró que "cualquiera sea el resultado" en la Justicia estadounidense, Argentina va a seguir cumpliendo con los compromisos de deuda ya asumidos.
Boudou advirtió que un fallo adverso para Argentina impactaría en el resto del mundo, principalmente en los países en crisis, ya que "ningún canje de deuda sería posible".
"Si la propuesta argentina no fuera aceptada, se estaría terminando a nivel mundial con las posibilidades de reestructuración", sostuvo.
Lorenzino dijo que la Corte de Apelaciones no tiene plazos para expedirse y que es probable que el caso llegue hasta el Supremo estadounidense.
"Este proceso no va a ser rápido, va a demorar unos meses. Ya sea para un lado o para el otro, uno entiende que el planteo ante la Corte Suprema de Estados Unidos va a tener lugar y eso necesariamente estira los plazos de resolución", explicó el ministro.