Tras una reunión con el presidente Mauricio Macri, que había incluido una alícuota del 10% para la bebida en el proyecto de reforma tributaria que enviará al Congreso, el gobernador Alfredo Cornejo dijo que finalmente el Gobierno desistió del plan, que era resistido por un sector vitivinícola que está golpeado.
El gobierno argentino dio marcha atrás con su idea de aplicar un impuesto al vino ante las quejas que despertó la iniciativa por parte de la industria local, dijo este jueves el gobernador de Mendoza, una de las mayores provincias vinícolas del país sudamericano.
Tras una reunión con el presidente Mauricio Macri, que había incluido una alícuota del 10% para la bebida en el proyecto de reforma tributaria que enviará al Congreso, el gobernador Alfredo Cornejo dijo que finalmente el Gobierno desistió del plan, que era resistido por un sector vitivinícola que está golpeado.
"Macri me ha confirmado que el impuesto al vino no va al Congreso, así que queda en 0 por ciento", dijo Cornejo según un comunicado de la provincia de Mendoza.
Un portavoz del Gobierno federal no respondió de inmediato una consulta de Reuters para confirmar la información.
Argentina es el sexto productor mundial de vino y el décimo exportador global de la bebida.