La reducción a los reintegros, junto a una suspensión en el recorte de impuestos a las exportaciones de derivados de soja y le eliminación de un fondo distribuido entre las provincias del país.
Buenos Aires.- El recorte en los reintegros a las exportaciones de Argentina que el Gobierno de Mauricio Macri anunció esta semana tendrá un impacto negativo en los negocios del país en el corto plazo, dijo el ministro de Producción argentino en una entrevista publicada este sábado en el periódico local La Nación.
El titular de la cartera, Dante Sica, explicó al matutino que la decisión, que generó malestar en empresarios, fue tomada por necesidad en momentos en que el Gobierno argentino realiza grandes esfuerzos para cumplir metas fiscales como parte de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La reducción a los reintegros fue informado este martes por Argentina, junto a una suspensión en el recorte de impuestos a las exportaciones de derivados de soja y le eliminación de un fondo distribuido entre las provincias del país.
El Ministerio de Hacienda aspira a lograr un ahorro fiscal de 12.500 millones de pesos (cerca de US$400 millones) para lo que resta del año y de 53.000 millones de pesos (unos US$1.750 millones) para el 2019 con las tres medidas.
"Algunos sectores empresariales no ven que la estabilidad macroeconómica depende de la baja del déficit fiscal", dijo a La Nación Sica, que agregó que, a pesar de los efectos de corto plazo, "esta readecuación de reintegros no pone en situación de peligro o supervivencia a ningún sector industrial".
Tras conocerse las medidas de la cartera de Hacienda, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, había dicho que el anuncio del Gobierno era "un misil contra el valor agregado".
Sica explicó que la decisión se tomó en momentos en que la economía argentina atraviesa una recesión y con "urgente necesidad de llegar a un equilibrio fiscal para no obstaculizar el arribo de los dólares del FMI".
En medio de turbulencias financieras y una fuerte inflación y depreciación de su moneda local, Argentina cerró hace unos meses para sortear su crisis una línea de crédito por US$15.000 millones con el FMI, por el que Macri se comprometió a reducir el déficit a un 2,7% del PIB este año y a seguir bajándolo en los próximos años.