El gobierno lograría una tasa de aceptación de hasta 80%, sin embargo, los analistas advierten que cualquier trastorno imprevisto en las finanzas globales podría empañar el resultado de la operación.
Buenos Aires. Argentina lograría una tasa de aceptación de hasta 80% a su propuesta de canje de deuda incumplida por US$20.000 millones previsto para las próximas semanas, aunque el éxito de la operación depende de la situación financiera internacional.
Los tenedores de bonos en cesación de pagos recibirían 33,7% del valor nominal de sus papeles, pero obtendrían compensaciones por los intereses de los bonos y pagos correspondientes a los cupones atados al crecimiento del país que no cobraron al no ingresar en la reestructuración del 2005.
"La mayoría de los inversionistas va a tomar la decisión de tomarla (la oferta). Después de cinco años, hay clientes que le preguntan a sus 'money managers' por qué se gastan tanto dinero en abogados. Hay gente que dice participemos y listo", dijo Alberto Bernal, jefe de investigación de Bulltick Capital Markets, en Miami, a una radio local.
Pero analistas advierten que cualquier trastorno imprevisto en las finanzas globales podría empañar el resultado de la operación, que promete devolver a Argentina el acceso a los mercados voluntarios de crédito, perdido en el 2002 tras una monumental cesación de pagos.
"Si por alguna razón en abril 15 tenemos incremento de aversión al riesgo, eso puede empantanar el canje. Los riesgos para el canje no son los términos sino una mayor aversión al riesgo", explicó Bernal.
"Lo que veo desde el punto de vista argentino, es que autoridades y los bancos que organizan esta operación están cruzando los dedos para que no ocurra nada complicado en el mundo en la próximas tres semanas", agregó.
Argentina busca regularizar su relación con el mercado financiero, luego de la cesación de pagos de 2001/2002 por unos US$100.000 millones, lo que le permitiría volver a emitir deuda en los mercados voluntarios en momentos en que atraviesa una situación financiera ajustada.
El canje reabre la dura reestructuración del 2005, que fue aceptada por 76% de los tenedores de deuda del país.
El economista Miguel Bein anticipó una adhesión a la propuesta argentina del 80%, mientras que el ex jefe de asesores del Ministerio de Economía Miguel Kiguel y la firma Bulltick Capital coinciden en apostar por hasta 75% de aceptación, según un reporte del grupo SBS.
"La participación va a depender de los términos reales de la transacción. Por ejemplo, aún no sabemos si el gobierno va a reconocer la totalidad de los intereses caídos de los bonos y los pagos pasados de los cupones atados al PIB", dijo Carola Sandy, estratega de Latinoamérica para el Credit Suisse, en Nueva York.
"Si el gobierno paga la mayoría o todos los intereses caídos y los pagos pasados de los cupones, la participación debería ser alta, probablemente del 70% o 75%", agregó Sandy a Reuters.
Especulaciones en el mercado indican que los detalles finales de la propuesta deben ser aprobados por el diputado y ex presidente de Argentina Néstor Kirchner, de fuerte influencia en el gobierno de su esposa, la mandataria Cristina Fernández.
Canje avanza. El jueves, Argentina presentó algunos términos de la oferta ante el regulador de valores de Japón y el martes había hecho lo mismo ante el organismo italiano, mientras que la operación ya tiene el aval del regulador bursátil de Estados Unidos (SEC).
En el prospecto presentado en Japón, el gobierno argentino dijo que ofertaría una serie de títulos desde el 12 de abril al 7 de mayo, dando a los tenedores de deuda la posibilidad de canjear sus papeles por nuevos bonos.
"El Gobierno ha identificado una fecha de cierre de la operación por primera vez. Como resultado, el riesgo de la operación debería disminuir y los bonos deberían subir más. El único riesgo que queda es el porcentaje de aceptación", dijo Richard Segal, analista de Knight Capital, en Londres.
Argentina dijo que ofrecerá, entre otros títulos, un bono global en dólares con un cupón del 9,5% con vencimiento en el 2017, con el que busca captar fondos frescos por US$1.000 millones, lo que fue bien recibido por los analistas.
"En el bono (global 2017), lo relevante es que el cupón tiene 9,5%. No es la tasa de retorno pero no importa, políticamente puede venderse de esa manera. El bono tiene posibilidades de tener una buena emisión", dijo Bernal.
El gobierno argentino ha dicho en reiteradas oportunidades que busca lograr tasas de interés de sólo un dígito en las emisiones de títulos.