"Sí, por supuesto", dijo Macri a Reuters cuando se le consultó si era posible un trato en el 2016 con los fondos también conocidos como "buitres".
El presidente electo Mauricio Macri dijo este miércoles a Reuters que en el 2016 podría haber un acuerdo por deuda impaga con los fondos conocidos como "holdouts", que mantienen una áspera batalla judicial con Argentina que le dificulta al país el acceso a las divisas que tanto necesita.
Una solución a la disputa -que se ha dilatado por la intransigencia de los fondos y del Gobierno de centroizquierda de Cristina Fernández- le abriría a Argentina las puertas de los mercados internacionales de crédito, en momentos en que su economía está ahogada por la falta de inversiones.
"Sí, por supuesto", dijo Macri a Reuters cuando se le consultó si era posible un trato en el 2016 con los fondos también conocidos como "buitres", luego de una conferencia de prensa, en Buenos Aires, en la que presentó al Gabinete económico que lo acompañará a partir del 10 de diciembre.
El conflicto con los "holdouts" se reavivó en el 2014 en la justicia de Estados Unidos, que ordenó a Argentina a pagar la totalidad de la deuda que cayó en "default" en el 2002, tras la grave crisis económica y social que sacudió al país.
Pero Argentina se negó a acatar el fallo con el argumento de que si pagaba la totalidad de la deuda a los "holdouts" debería compensar a la vez a los acreedores que sí habían aceptado las reestructuraciones de deuda del 2005 y el 2010, que tuvieron fuertes quitas.
Macri, el candidato favorito de los mercados, derrotó en el balotaje presidencial del 22 de noviembre al peronismo oficialista y asumirá la presidencia en diciembre, luego de una transición que él mismo planteó como difícil.
"Me pareció que queda claro que la presidenta no quiere colaborar. Me da la sensación de que es seguir abonando a este tema de cuántas trabas nuevas, cuántos problemas nuevos le puedo crear al próximo Gobierno", dijo Macri, representante de la centroderecha, a periodistas.
En medio de un alza de precios que se ha acelerado ante la incertidumbre que genera en el país el cambio de Gobierno, Macri se comprometió a reducir la alta inflación del país -superior al 20% anual, según estimaciones privadas- a un solo dígito en dos años.
Para ello necesitará el aluvión de inversiones que espera que llegue al país con la flexibilización de las actuales trabas comerciales, con el que la economía podría volver a crecer tras años de estancamiento.