Así, el país trata de poner fin a la larga batalla legal que enfrenta en Nueva York desde su histórica suspensión de pagos de 2001 con un grupo de tenedores de bonos que rechazaron sus canjes de deuda.
Argentina presentó este viernes ante un tribunal de apelaciones de Nueva York su oferta para reabrir el canje a los acreedores que rechazaron sus reestructuraciones de deuda, en la que propone la emisión de unos bonos por el monto original y otros con descuento.
Según el documento, interpuesto al límite del plazo de la medianoche de este viernes determinado por el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito, la oferta implica unos términos equiparables a los de los tenedores de bonos que se adhirieron al canje de 2010.
"Ofrece a los demandantes pagos en la forma de efectivo y bonos que compensan los montos pasados que les actualiza en sus obligaciones y pagos de la deuda en el futuro", asegura el documento presentado por la firma Cleary, Gotlieb, Steen & Hamilton, que representa al país latinoamericano.
Argentina trata así de poner fin a la larga batalla legal que enfrenta en Nueva York desde su histórica suspensión de pagos de 2001 con un grupo de tenedores de bonos que rechazaron sus canjes de deuda, liderados por el fondo de inversión NML (propiedad de Elliot Management, del millonario Paul Singer).
Los querellantes, entre los que también se encuentran pensionistas argentinos, reclaman recuperar el monto total de su deuda original, que asciende a los US$1.330 millones, en lugar de las quitas superiores a 70% que aceptaron más de 90% de los acreedores.
Argentina les ofrece ahora emitir unos bonos "par", es decir, por el 100% de la deuda original, con vencimiento en 2038 y con un interés anual de entre el 2,5 y el 5,25%, pero solamente para los acreedores minoristas, es decir, que cuenten con una deuda inferior a los US$50.000.
El país propone para los demás unas letras con descuento que tendrían vencimiento en 2033 e implicarían una rentabilidad anual de 8,28%.
Entre otras cuestiones, Argentina ofrece también que los intereses impagados que se hayan acumulado desde 2003 hasta la fecha sean abonados en efectivo en el caso de los bonos par y en forma de Global 17 a los bonos con descuento.
Asegura en su escrito que el Gobierno está dispuesto a enviar al Congreso una legislación que elimine las trabas actuales a una oferta de este tipo.
Ahora los jueces Rosemary Pooler (designada por el entonces presidente Bill Clinton), Barrington Parker y Reena Raggi (ambos nombrados por George W. Bush) tendrán que decidir si aceptan esta oferta, solicitan modificaciones o la rechazan, aunque probablemente pedirán antes la respuesta de los demandantes.
Ese mismo panel de tres jueces ratificó en octubre del año pasado el fallo del juez Thomas Griesa, quien determinó que Argentina debía pagar también a los bonos quebrados y no solamente a los acreedores que aceptaron las quitas.
Griesa estipuló que el país debía desembolsar los US$1.330 millones cuando pagase a los tenedores de bonos reestructurados, y además determinó que los agentes de pago implicados, en este caso el Bank of New York Mellon, serían sancionados si realizaban esas transacciones.
La corte de apelaciones dejó en suspenso ese fallo y, tras una audiencia el 27 de febrero en la que Argentina ofreció pagar a los demandantes en las mismas condiciones que los bonos reestructurados, decidió solicitar más información sobre los términos de esa propuesta.
El tribunal rechazó esta semana la petición del país para que el pleno de sus trece jueces volviese a escuchar sus argumentos, por lo que, de no ser aceptada la oferta de este viernes, Argentina no tendría muchas más opciones que tratar de llevar el caso al Tribunal Supremo.