Según informó el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, el gobierno recaudó alrededor 39.340 millones de pesos (US$10.000 millones) en el quinto mes del año.
Buenos Aires. Los ingresos tributarios de Argentina aumentaron el mes pasado tras el robusto crecimiento económico luego que los consumidores compraran más bienes y servicios, y los precios subieran en medio de una alta inflación.
El gobierno recaudó alrededor de un 44% más de ingresos en mayo que un año antes, informó el martes un funcionario del Tesoro.
La recaudación tributaria ascendió a 39.340 millones de pesos (US$10.000 millones), señaló Ricardo Echegaray, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). El año pasado en mayo, la recaudación de impuestos sumó 27.200 millones de pesos.
Los ingresos tributarios de mayo representan el monto más alto para cualquier mes en la historia al ser medidos en términos de dólares, dijo Echegaray.
Los ingresos aumentaron principalmente debido a un incremento en los impuestos a la renta, al valor agregado y al comercio internacional. Un aumento en las contribuciones al sistema de seguridad social también ayudó al crecimiento de los impuestos.
Los impuestos al valor agregado crecieron un 33% a 8.900 millones de pesos, mientras que los tributos a la renta aumentaron un 76% a 11.400 millones de pesos.
Un impuesto a las transacciones financieras ascendió alrededor del 30% a 2.200 millones de pesos, mientras que los aranceles a exportaciones como la soja recaudaron 4.200 millones de pesos, lo que representa un aumento interanual del 47%.
Los impuestos a las importaciones se incrementaron un 44% a cerca de 793 millones de pesos. En tanto, las contribuciones al sistema de seguridad social se expandieron un 33% a 7.600 millones de pesos.
Las cifras pueden parecer más impresionantes de lo que en realidad son si se considera la alta inflación. La inflación se disparó en el último año, lo que reduce el aumento de los impuestos en términos reales, dicen economistas.
La mayoría de los economistas del sector privado ponen en duda la legitimidad de los datos oficiales, ya que dicen que el Gobierno manipula las cifras, acusación que el gobierno rechaza.