El gobierno nacional "manifestó una vez más su disposición al diálogo y propuso a la contraparte europea iniciar las consultas en la ciudad de Ginebra", señaló la Cancillería de ese país.
Argentina aceptó la solicitud de consultas de la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre las medidas de política comercial externa vigentes en ese país, "aunque rechazó todos y cada uno de los puntos cuestionados", informó esta mañana la Cancillería.
El gobierno nacional "manifestó una vez más su disposición al diálogo y propuso a la contraparte europea iniciar las consultas en la ciudad de Ginebra", señaló la cartera en un comunicado.
La Argentina destacó en su notificación a la Unión Europea que es un país que “cumple con las reglas y los procedimientos de los organismos internacionales de los que es parte".
La UE presentó el 25 de mayo pasado una solicitud de consultas en el marco del sistema de solución de diferencias de la OMC, y la Argentina disponía de diez días para responder a la solicitud.
El comunicado recuerda que "un Estado miembro de la Unión Europea hace caso omiso de 39 resoluciones de las Naciones Unidas”, en referencia a la reticencia de Gran Bretaña frente a los reclamos sobre la soberanía en las Islas Malvinas.
En este sentido, la Cancillería señala que "la República Argentina hace un llamado a la Unión Europea a respetar siempre las decisiones de los organismos internacionales y a no utilizarlos únicamente como instrumentos de presión".
"Nuestro país participará del proceso de consultas con el objetivo de defender las legítimas políticas en marcha", anticipa el comunicado oficial.
Agrega que "la importancia que reviste la defensa de la Argentina involucra tanto el resguardo de nuestros propios intereses económicos, como los de aquellos países en desarrollo que utilizan la política comercial como una herramienta para el desarrollo nacional".
El planteo europeo, dice el Ministerio de Relaciones Exteriores, representa "un cuestionamiento infundado a las políticas públicas legítimas de la Argentina, que son aplicadas en conformidad con las normas de la OMC".
"Este cuestionamiento podría interpretarse como una línea de acción que procura estrechar los márgenes de política económica legítima de los países emergentes", añade el comunicado.
En ese marco, sostiene que el objetivo último de la UE sería "volcar en sus dinámicos mercados internos los excedentes exportables de los países desarrollados, actualmente en crisis y con políticas fiscales contractivas que limitan la demanda agregada global".
El ministerio adelanta que la Argentina "continuará reclamando soluciones concretas para las restricciones de acceso que nuestros productores enfrentan en los mercados de los países desarrollados".
Estas restricciones, detalla, incluyen "prácticas proteccionistas de larga data, como los subsidios distorsivos, las cuotas, el escalonamiento y los picos arancelarios".
A esas trabas se añaden "nuevas restricciones para-ancelarias tales como barreras sanitarias, fitosanitarias, técnicas y aquellas presuntamente justificadas en la protección del medio ambiente y el bienestar animal, entre otros".