En rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró que el Ejecutivo de Cristina Fernández defiende la "condición de país soberano y su dignidad" y está dispuesto a negociar siempre que se respeten las mismas condiciones para todos los acreedores.
Buenos Aires. El gobierno argentino afirmó este jueves que no puede "sufrir el avasallamiento de buitres y jueces que no respeten la condición de país soberano, ni de países que pretenden extorsionar la soberanía y voluntad de un pueblo" en litigio con fondos especulativos que reclaman pago multimillonario de deuda.
En rueda de prensa, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró que el Ejecutivo de Cristina Fernández defiende la "condición de país soberano y su dignidad" y está dispuesto a negociar siempre que se respeten las mismas condiciones para todos los acreedores.
El jefe de Ministros confirmó que una delegación argentina volverá a reunirse este jueves con el mediador especial, Daniel Pollack.
Sin embargo, negó haber recibido ninguna notificación oficial sobre lo que van a proponer los fondos demandantes, a quienes sugirió pasar a denominar "fondos pirata" porque "generan como grupos minúsculos ataques especulativos" y "tienen su domicilio en guaridas fiscales".
También arremetió contra el juez neoyorquino Thomas Griesa, que el pasado martes rechazó dictar una medida cautelar que desbloquee el pago a los bonistas de deuda argentina reestructurada (92,4% de los acreedores).
Para desbloquear ese dinero, girado a tiempo por Argentina pero bloqueado por la orden de "pari passu" o pago simultáneo dictada por Griesa, el magistrado exige que Argentina llegue a un acuerdo con los fondos litigantes (1% de los acreedores) para pagar US$1.500 millones antes del 30 de julio, fecha límite para el pago.
"Argentina no ingresará en default (cese de pagos) técnico porque ha pagado", reiteró el jefe de Gabinete.
Capitanich recordó el compromiso contractual del gobierno a no ofrecer condiciones de deuda más favorables a ningún otro acreedor cuando realizó los canjes de deuda de 2005 y 2010, que supusieron quitas significativas, y el riesgo de un aluvión de demandas si pagan a los fondos litigantes e incumplen así el contrato.
El jefe de ministros argentino agradeció las "reacciones sensatas de opositores", que han salido a defender al gobierno en las últimas semanas y señaló que acompañar su posición responde al "sentido común".
Argentina "sigue su ritmo normal", dijo Capitanich, quien subrayó que el país se encuentra "ante una situación absurda, promovida por un fallo absurdo y que tiene que ser enmendado por el propio juez".