El progreso ha impulsado los bonos argentinos, que subieron más del 10% la semana pasada y volvieron a hacerlo el lunes. La fecha límite del viernes se fijó para alinear las negociaciones con el vencimiento de 500 millones en intereses de deuda que podría provocar un incumplimiento de pago.
Buenos Aires. Argentina y sus acreedores están cerca de alcanzar un acuerdo para reestructurar US$65.000 millones en deuda externa, pero aún hay diferencias entre la oferta inicial del Gobierno y las contraofertas de los tenedores de bonos como para cerrar un trato antes de la fecha límite del viernes.
El progreso ha impulsado los bonos argentinos, que subieron más del 10% la semana pasada y volvieron a hacerlo el lunes. La fecha límite del viernes se fijó para alinear las negociaciones con el vencimiento de 500 millones en intereses de deuda que, de no cancelarse, podría provocar un incumplimiento de pago.
Los acreedores del país sudamericano hicieron contraofertas a fines de la semana pasada después de rechazar una propuesta inicial del Gobierno que implicaba una suspensión de pagos de tres años, un recorte del 62% en los pagos de cupones y vencimientos hasta 2030 e incluso después.
Sin embargo, el acuerdo aún no es tan sencillo.
El Gobierno de Argentina insiste en que cualquier acuerdo debe cumplir con su propio análisis de lo que sería sostenible para su economía, que atraviesa una severa crisis, como también el del Fondo Monetario Internacional (FMI), el principal prestamista del país.
"Las contrapropuestas representan un progreso. Pero las dos partes permanecen a metros, no centímetros, de lo que podría funcionar", dijo a Reuters una fuente familiarizada con las conversaciones del Gobierno con los acreedores, que pidió no ser identificada ya que las negociaciones son privadas.
"Si tomas su oferta al pie de la letra, no solo está más allá de lo que el Gobierno consideraría aceptable, sino que también está más allá de lo que funcionaría en un marco del FMI", añadió.
El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, declinó hacer comentarios.
Las contraofertas de los principales grupos de acreedores exigen un período de gracia más corto -de un año- para los pagos y tasas de interés en promedio más altas que la propuesta inicial del Gobierno.
Sin embargo, el progreso ha ayudado a reducir el índice de riesgo de Argentina, uno de los mayores exportadores agrícolas del mundo.
Los diferenciales sobre los bonos del Tesoro estadounidense cerraron a 144 puntos básicos el lunes, y los precios de los bonos subieron un 3,3% mientras el Gobierno analizaba las contraofertas de los acreedores.
Las conversaciones pueden continuar más allá de la fecha límite del viernes, ya que el país -que sufre una profunda estanflación- busca calmar la crisis de la deuda para revivir su economía, más afectada aun por la pandemia del coronavirus.
La persona con conocimiento de las conversaciones dijo que la oferta de reestructuración del Gobierno representaba alrededor de 40 centavos por dólar y las contraofertas fueron de poco menos de 60 centavos por dólar.
Los bonos argentinos ya se cotizan a niveles muy bajos, principalmente entre 30 y 35 centavos por dólar, después de una fuerte caída el año pasado, cuando aumentaron los temores sobre un posible incumplimiento soberano, que sería el noveno del país.
"Las discusiones están en curso. Los próximos días serán cruciales", dijo la fuente. "Hablaremos sobre lo que sucede después del viernes el viernes".