Con la certificación de los pagos, el juez estadounidense Thomas Griesa levantó formalmente las medidas cautelares que impedían al país austral cancelar a sus tenedores de bonos.
Buenos Aires. Argentina dejó atrás el viernes una cesación de pagos de 14 años con la cancelación de más de 9.000 millones de dólares de deuda a fondos conocidos como "holdouts", tras un extenso conflicto judicial que impedía al país acceder a los mercados voluntarios de crédito.
Con la certificación de los pagos, el juez estadounidense Thomas Griesa levantó formalmente las medidas cautelares que impedían al país austral cancelar a sus tenedores de bonos hasta que se resolviera una extensa disputa judicial con acreedores que no participaron en canjes de deuda en default.
El magistrado mencionó en una orden que se habían cumplido las condiciones impuestas a Argentina para desmantelar las restricciones vigentes.
Entre los primeros acreedores en cobrar estuvieron los cuatro grandes fondos de cobertura -Elliott, Aurelius, Davidson Kempner y Bracebridge- que se encontraban en el centro del acuerdo.
"El Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas informa que en el día de la fecha se ha realizado el pago a los acreedores con los que se llegó a un acuerdo antes del 29 de febrero del 2016", dijo la cartera a través de un comunicado.
"La totalidad de los pagos realizados hoy a los fondos litigantes fue de 9.300 millones de dólares. Se estima que la cifra definitiva de arreglos ascenderá a los 10.500 millones de dólares, lo que representaría una quita final del 44 por ciento respecto del monto de los reclamos legales", agregó.
Una fuente, bajo condición de anonimato e involucrada directamente en la operación en Nueva York, había confirmado previamente a Reuters la recepción del pago.
"Cumplida esta condición y la ley aprobada por el Congreso que autorizó los pagos, el juez Thomas P. Griesa dispuso el levantamiento total de las medidas cautelares", señaló el ministerio.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, dijo en un comunicado que "la emisión exitosa de Argentina y el acuerdo final con la mayoría de los acreedores 'holdout' es un testimonio del cambio político bajo la presidencia de (Mauricio) Macri".
Luego del acuerdo judicial que las partes alcanzaron en Estados Unidos, Argentina colocó el martes deuda por 16.500 millones de dólares para pagar a sus acreedores, en un exitoso retorno a los mercados de capitales.
El proceso de pago a los holdouts -también conocidos como "fondos buitre"- comenzó por la mañana del viernes y concluyó cerca del mediodía argentino (1500 GMT).
La emisión de los 16.500 millones de dólares en bonos fue publicada en el Boletín Oficial de la Nación.
A su vez, el Gobierno dijo en el comunicado que "la comisión total pagada a los siete bancos colocadores fue del 0,18 por ciento de la emisión, la más baja de nuestra historia".
"Impresionante 'bid-to-cover' (coberturas) de la mega emisión, también en la marcha alcista de los nuevos títulos, donde en promedio ya acumulan apreciaciones superiores al 3 por ciento en sólo un par de días ante la amplia demanda insatisfecha", dijo en Buenos Aires Gustavo Ber, economista titular de la consultora Estudio Ber.
Argentina se apresta a pagar ahora a los acreedores que habían aceptado canjear sus bonos en 2005 o 2010 y cobraban regularmente hasta que los pagos fueron bloqueados en el 2014 por el juez Griesa a petición de los "holdouts".
Inversores consultados por Reuters dijeron que se espera que los pagos a los acreedores con deuda reestructurada se reinicien a mitad de mayo.
El Banco Central de Argentina reportó un aumento de 6.662 millones de dólares en sus reservas por la venta de bonos, llevando el total de las reservas a 35.845 millones de dólares. Las reservas del país se habían ubicado en niveles muy bajos durante la presidencia de Cristina Fernández.
Macri asumió en diciembre pasado y puso de inmediato en marcha su compromiso por salir del default, una pesada carga heredada de la gestión de Fernández.