Los mercados soportaron el malestar de débiles cifras económicas y un pesimista testimonio del presidente de la Fed, pero al final de la semana una serie de sólidos resultados empresariales apuntaron a un mejor futuro.
Nueva York. Wall Street entra esta semana a un momento clave, pero necesitará de una serie de convincentes reportes de ganancias para alentar una corriente alcista que se disparó al final de la semana pasada.
Los mercados soportaron el malestar de débiles cifras económicas y un pesimista testimonio del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, pero al final de la semana una serie de sólidos resultados empresariales apuntaron a un mejor futuro.
Esta semana traerá más resultados, entre ellos los de los referentes Chevron, DuPont y Boeing. La clave será convertir los movimientos de avance y retroceso en ganancias acumuladas y esperar un mayor volumen de negocios que señale un cambio del ánimo inversor.
"Hay una lucha constante entre optimistas y pesimistas cuando realmente la respuesta está en un punto medio. Este mercado es más neutral que optimista o pesimista", dijo Brian Jacobsen, estratega jefe de cartera de Wells Fargo Fund Management.
Los inversores han sido obligados a reconsiderar sus expectativas sobre la economía, por cifras que han mostrado que la recuperación ha pasado de un tranco de carrera a uno de tortuga.
Además ha propiciado un debate sobre la probabilidad de una nueva recesión. No obstante, las preocupaciones sobre una recaída comenzaron a desaparecer del mercado.
El índice amplio S&P 500 se encontró al final de la semana pasada sobre una resistencia clave, que puede convertirse en un nuevo piso para el mercado. El referente bursátil cerró en 1.102,66 puntos, justo por encima de la barrera psicológica de las 1.100 unidades, por primera vez en un mes.
Ese nivel ha sido difícil de sostener y puede mantener a flote al mercado.
Analistas estarán esperando ver más motivos para festejar en los resultados de las empresas industriales, luego de que una serie de compañías de manufacturas superaron las previsiones y elevaron sus pronósticos la semana pasada.
General Electric Co contribuyó a la mayor confianza en el sector, cuando el viernes elevó su dividendo en 20%, lo que mostró la confianza del conglomerado en que lo peor de la recesión ha pasado.
Sin embargo, la economía sigue siendo una incógnita que aún puede ser un balde de agua fría sobre el entusiasmo de los inversores, por lo que seguirán una serie de cifras económicas para determinar que tan fuerte está la economía.
Entre los principales datos que se publicarán están las cifras revisadas del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre, la confianza del consumidor de julio, los pedidos de bienes duraderos y la venta de casas nuevas de junio, así como los detalles del Libro Beige de la Reserva Federal.
Los analistas digerirán además los resultados de las pruebas de tensión a los bancos europeos, pero si la sesión del viernes es un indicador, su influencia será nula.