Levy asumió este año con la tarea de ordenar las finanzas del Gobierno, pero ha tenido una relación complicada con el Congreso por las medidas de austeridad que quería implementar y enfrenta resistencia dentro del partido de Rousseff.
La presidenta Dilma Rousseff sigue respaldando al ministro de Hacienda Joaquim Levy, pese a la creciente presión para que el funcionario deje su puesto debido al agravamiento de la crisis económica de Brasil, dijo este viernes un funcionario a Reuters.
Levy asumió este año con la tarea de ordenar las finanzas del Gobierno, pero ha tenido una relación complicada con el Congreso por las medidas de austeridad que quería implementar y enfrenta resistencia dentro del partido de Rousseff.
Un candidato fuerte para reemplazar a Levy es el ex presidente del Banco Central Henrique Meirelles, en parte porque cuenta con el respaldo del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
"Hay una presión sostenida desde dentro del Gobierno y del partido de Gobierno para reemplazar a Levy con Meirelles (...) Pero la presidenta no ha tomado ninguna decisión. Ella apoya a Levy", dijo el funcionario, que pidió reserva de su identidad porque no estaba autorizado a referirse públicamente al tema.
Reuters reportó la semana pasada que Rousseff podría reemplazar a Levy una vez que el impopular conjunto de medidas de austeridad sea aprobado en el Congreso.
Más temprano el viernes, el diario financiero Valor Economico reportó que Rousseff había decidido reemplazar a Levy, pero que no se había fijado una fecha para el cambio. La oficina de prensa de la mandataria no quiso referirse al reporte.
A comienzos de esta semana, los mercados financieros de Brasil habían subido por las especulaciones de que Meirelles, un economista ortodoxo muy apreciado en Wall Street, asumiría la dirección de Hacienda, pero el viernes el real perdía terreno tras el reporte de Valor.
Operadores dijeron que la presunta renuencia de Rousseff a dar más autonomía a cualquier nuevo ministro es una clara demostración de la falta de voluntad de la mandataria en renunciar a su influencia en la política económica.