El referencial MSCI de acciones asiáticas no japonesas cedió sus ganancias iniciales y pasó a negativo, perdiendo un 0,7%, llevando a la mayoría de las bolsas de la región a cifras rojas.
Tokio. Las bolsas de Asia y el euro cayeron este martes, porque los crecientes costos de endeudamiento de España subrayaron el menor impacto de la compra de bonos del Banco Central Europeo y provocó nerviosismo entre los inversores sobre la crisis de deuda de la zona euro, eliminando el apetito por el riesgo.
El petróleo y el dólar australiano cayeron mientras un dólar estadounidense más firme golpeó el apetito por el oro como refugio, que cayó un 0,3% por debajo del nivel técnico de US$1.650 la onza.
El rendimiento de los bonos del gobierno español a 10 años subió más de un 6% el lunes por primera vez desde comienzos de diciembre, aumentando las preocupaciones de que Madrid incumpla sus metas de déficit mientras el país reconoció que probablemente se acerca a su segunda recesión desde el 2009.
Eso aumentaría el riesgo de que la cuarta mayor economía de la zona euro se vea obligada a buscar un rescate internacional.
España, que ya ha completado casi la mitad de sus planes de emisión de deuda para el año, enfrenta una nueva prueba sobre la confianza de los inversores cuando venda bonos del tesoro a 12 y 18 meses posteriormente el martes, antes de la subasta de bonos a 2 y 10 años el jueves.
"Los inversores se preguntan si las medidas de austeridad fiscal de España serán sostenibles a medida que su economía se deteriora, debido a que un crecimiento menor haría bajar los precios de las casas y aumentaría el riesgo de préstamos no rentables", dijo Takao Hattori, estratega de inversiones de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities en Tokio.
"Los rendimientos españoles están creciendo, pero aún están por debajo de niveles críticos, lo que muestra que los inversores aún no están convencidos de que se haya desarrollado totalmente un escenario arriesgado", agregó.
El referencial MSCI de acciones asiáticas no japonesas cedió sus ganancias iniciales y pasó a negativo, perdiendo un 0,7%, llevando a la mayoría de las bolsas de la región a cifras rojas, incluidas las acciones de Japón y Australia que previamente habían ignorado la tendencia negativa.
El índice Nikkei cayó un 0,06% a 9.464,71 puntos y las acciones australianas bajaron un 0,3% después de que no pudieron mantenerse sobre niveles técnicos, presionadas por una caída de los precios de las materias primas por temores de una débil demanda.