El deterioro en la seguridad pública, la incertidumbre que influya en los mercados financieros locales y la renegociación del TLCAN son algunos riesgos que podrían afectar la actividad económica, según sondeo recabado por el Banco de México.
Ciudad de México. La ausencia de cambios estructurales apareció como un obstáculo para el crecimiento económico en la última Encuesta de Especialistas del Sector Privado del año recabada por el Banco de México (Banxico).
Esta es la segunda vez en el año que se observa esta preocupación y actualmente se presenta en el contexto de la reforma fiscal en discusión en Estados Unidos (EU), que conducirá a una reducción de tasas corporativas que harán más competitiva la inversión en aquel país, tal como lo explicó el socio fiscal de la consultoría mundial EY, Jorge García.
En la encuesta del Banco de México, los especialistas del sector privado otorgan a este obstáculo un nivel de preocupación arriba de 4 puntos, en una escala que va de 1, que es mínimo, a 7, que es el máximo.
De acuerdo con Daniel Chiquiar, director de Estudios Económicos de Banco de México, la reforma fiscal de Estados Unidos “podría influir” en la actividad de los empresarios del interior de la República, que “posiblemente” la tomaron en cuenta al responder sobre “los otros factores” que podrían presionar su actividad económica.
En la presentación del reporte trimestral sobre las economías regionales, el economista del banco central explicó que no se preguntó específicamente a los empresarios domésticos sobre la reforma fiscal de EU ni sobre la incertidumbre política por las elecciones del 2018.
Sin embargo, admitió que existe la posibilidad de que este factor así como las elecciones estén inferidos en los diferentes elementos que podrían influir en su actividad.
“En esta respuesta, hay elementos de diversa índole que afectarían mercados financieros y su actividad, donde tienen todo tipo de elementos como los mencionados y los asociados con la reforma fiscal de Estados Unidos, por la que me preguntan”, reconoció.
Lo que sí quedó claramente detallado en el reporte es que la incertidumbre por las elecciones presidenciales del año entrante podría limitar el gasto privado en inversión, y es visto como uno de los principales riesgos para el crecimiento.
“Entre los principales riesgos se encuentran la incertidumbre asociada con el proceso electoral del 2018(...) que podría inhibir el gasto privado en inversión”, se lee en el reporte presentado por Banxico.
Temen deterioro de seguridad pública. En el documento presentado por Chiquiar, destacan cuatro riesgos que podrían afectar la actividad económica regional según la percepción de los empresarios domésticos regionales.
Encabeza la lista el que se presente un deterioro en la seguridad pública; eventos de incertidumbre que influyan temporalmente en los mercados financieros locales; que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no sea favorable para México, o que incluso resulte en la salida de Estados Unidos de dicho tratado.
Algunos directivos empresariales en el norte y centro señalaron la posibilidad de una contracción del gasto público en infraestructura.
Menor crédito bancario. En el mismo documento, evidencian que la señal de intensidad en el uso de crédito bancario así como en el financiamiento a través de proveedores se debilitó en las cuatro regiones en las que dividen al país, correspondientes con norte, centro–norte, centro y sur.
En contraste, se fortaleció marginalmente en todas las regiones el financiamiento a través de recursos propios, excepto en el sur.
Analistas de HR Ratings ya han explicado que esta desaceleración del crédito bancario podría estar asociada con el aumento de las tasas conducido por la Junta de Gobierno del Banco de México para tratar de anclar las expectativas de inflación.
Recuento de daños por sismo. En el reporte hacen un análisis especial a los efectos de los sismos de septiembre en la actividad económica regional.
Ahí estiman que el impacto económico de los eventos se quedó en el equivalente a 0.2 puntos del Producto Interno Bruto.
Destacaron que en la región sur se observó la mayor afectación en infraestructura y bienes inmuebles, pero en el centro se presentó la interrupción de las actividades en las empresas con mayor frecuencia y duración.
Refieren que, en octubre, Banco de México realizó una encuesta especial a directivos empresariales en las ocho entidades afectadas por los sismos de septiembre en los sectores manufacturero y no manufacturero, es decir, construcción, comercio, y servicios excepto educativos y de salud.
Los ocho estados referidos fueron Ciudad de México, Morelos, Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
La mayoría de las fuentes consultadas en todas las regiones y en ambos sectores anticipa que la demanda de sus bienes y servicios no se verá afectada por los sismos en el cuarto trimestre.
No obstante, “la capacidad productiva del país parecería no haberse visto comprometida de manera significativa, por lo que se estima que estos efectos hayan sido temporales y para el cuarto trimestre se observe una normalización de la actividad en las regiones impactadas por dichos eventos”, refiere el banco central.