Jim Yong Kim consideró que, pese al "tremendo avance" económico de la última década en la región, los Gobiernos "son, irónicamente, víctimas de su propio éxito".
El presidente del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, afirmó que los países de Latinoamérica deben aumentar su productividad e invertir más en infraestructuras y en calidad de la educación para combatir la desigualdad y hacer más "uniforme" su crecimiento económico.
En un foro en la Organización de Estados Americanos (OEA), Kim consideró que, pese al "tremendo avance" económico de la última década en la región, los Gobiernos "son, irónicamente, víctimas de su propio éxito", ya que, debido a sus esfuerzos para reducir la desigualdad, "los ciudadanos tienen ahora más demandas que nunca".
"Para impulsar el crecimiento, Latinoamérica tiene que aumentar la productividad, espolear la innovación y adaptar su estructura productiva a circunstancias cambiantes. Esto debe convertirse en una prioridad nacional para todos los países, independientemente de sus ciclos políticos y sus ideologías", indicó Kim.
El presidente del BM añadió que también es necesario centrarse en "mejorar la calidad de la educación" en el continente y aumentar las inversiones en infraestructura, un área donde "los niveles de inversión son muy bajos comparados con Asia" y otras partes del mundo.
Kim recordó que, en los últimos dos años, el crecimiento en Latinoamérica "se ha ralentizado como resultado de las rápidamente cambiantes circunstancias globales", al tiempo que "la reducción de la desigualdad se ha estancado".
Según pronosticó el Banco Mundial en su reunión de primavera este mes, Latinoamérica y el Caribe crecerán sólo un 2,3% este año, un dato inferior al 2,5% que calcula el Fondo Monetario Internacional (FMI), y muy por debajo del 5% de los años de bonanza.
"Mejorar la logística y la infraestructura, la educación y el entorno de negocios es crítico para impulsar el desarrollo en la región", insistió Kim.
Aún así, se mostró "alentado" por la "ambiciosa agenda reformista" impulsada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para "impulsar la prosperidad compartida entre todos los chilenos" a pesar del "impacto económico y humano causado por el reciente terremoto" en ese país.
Además, consideró "buenas noticias que los países de la región hayan aumentado sus lazos comerciales con Asia" y destacó que en el caso de los países de la Alianza del Pacífico, formada por Chile, Colombia, Perú y México, "las exportaciones ya representan al menos una cuarta parte de su producto interno bruto (PIB)".
"Para estos países, ya no hay vuelta atrás", aseguró.
Por lo demás, animó a los países de la región a usar "la política fiscal para promover una sociedad más igualitaria", en especial en el acceso a bienes y servicios de calidad, un área donde, según afirmó, "la mayoría de los avances desde 2000 han estado en Sudamérica", con apenas "pequeñas mejoras" en Centroamérica.
"Varios países del Caribe tienen problemas de endeudamiento que podrían mermar su capacidad de proporcionar servicios de calidad a todos los ciudadanos", advirtió.
No obstante, Kim destacó que "por primera vez, el número de personas de clase media" -el 34% de la población de Latinoamérica y el Caribe- "sobrepasa el de aquellos que viven en la pobreza".
"Es un avance tremendo, sólo necesita ser más uniforme", concluyó en el foro, presidido por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.