El gobierno pretende lograr que tenedores de deuda con al menos un 60% de los US$18.300 millones en títulos elegibles acepten la oferta, abierta hasta el 7 de junio.
Buenos Aires. Los inversores minoristas con bonos incumplidos de la deuda de Argentina han ofrecido sólo unos US$500 millones durante la última semana a la propuesta de canje de títulos que impulsa el país, dijo el sábado un medio local.
El gobierno, que espera tras la operación poder retornar a los mercados internacionales de crédito, apunta a lograr que tenedores de deuda con al menos un 60% de los US$18.300 millones en títulos elegibles acepten la oferta.
Una primera fase, centrada en los inversionistas institucionales, ya se aseguró cerca del 46% de adhesión.
El diario La Nación, citando fuentes oficiales, dijo que la operación sumó unos US$500 millones en los últimos días. El canje para inversionistas minoristas está abierto hasta el 7 de junio.
Una fuente citada por el diario dijo que "en la última semana de la operación, entre el lunes y el viernes de la semana próxima, las órdenes de ingreso de los bonos en default (cesación de pagos) deberían acelerarse, tal como ocurrió en el canje de 2005".
Agregó que por esa razón, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, podrían volver a viajar para promocionar el canje en las principales plazas de inversores minoristas: Italia, Alemania y Japón.
El propio ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que espera que los inversores particulares aporten unos US$2.000 millones al canje, lo que permitiría alcanzar el objetivo de aceptación global del 60%.
La volatilidad del mercado mundial por la crisis de deuda y fiscal en Europa juega en contra del canje de deuda argentino porque hunde los precios de los bonos del país, lo que hace menos atractiva la propuesta oficial de dar nuevos bonos.
Esta turbulencia frenó la colocación de un bono por US$1.000 millones que el Gobierno había anunciado como una oferta paralela a la operación de canje.
Aproximadamente una cuarta parte de los acreedores de Argentina rechazó una dura oferta de reestructuración de deuda incumplida hecha en el 2005.
Muchos de esos inversionistas presentaron demandas judiciales para recuperar el valor íntegro de sus bonos impagos, bloqueando el acceso de Argentina a los mercados internacionales de capital.