Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios al consumo subieron 0,75% durante agosto, levemente por debajo de la expectativa de la mediana de analistas.
La inflación se descolgó del 9% por primera vez en lo que va del año, de la mano de un menor empuje en el precio de los alimentos y la implementación de la rebaja del IVA a compras con tarjetas de débito y crédito. Sin embargo, las presiones domésticas al nivel de precios permanecen inalteradas sobre la barrera del 10%, a pesar de la moderación en el resto de los componentes de la canasta de consumo.
Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios al consumo subieron 0,75% durante agosto, levemente por debajo de la expectativa de la mediana de analistas encuestados por el Banco Central (BCU), que proyectaba un incremento de 0,84% en el mes.
De esa manera, los precios al consumo acumularon un aumento de 8,75% en los últimos 12 meses relevados, por debajo del registro de 9,06% a julio. Se trata de la inflación más moderada desde diciembre del año pasado. A pesar de esa evolución, la suba del Índice de Precios al Consumo (IPC) todavía se ubica lejos del techo del rango objetivo trazado por las autoridades, de entre 3% y 7%.
El menor ritmo de incremento de los precios se dio de forma generalizada entre los diferentes rubros que componen la canasta de consumo. De hecho, de las 12 categorías relevadas por el INE, nueve mostraron una moderación en su tasa de crecimiento interanual. La más importante se dio en el rubro de mayor incidencia para la canasta de consumo: alimentos y bebidas. Su ritmo de aumento interanual pasó de 11,8% a 10,87% durante el último mes.
La rebaja del IVA para las compras con tarjetas de débito –de 22% a 18%– y con tarjetas de crédito
–de 22% a 20%–, ayudó a moderar la inflación en este primer mes de implementación. El INE computó su impacto sobre la canasta de consumo en una reducción de 0,2% del costo de vida en su conjunto, teniendo en cuenta que el beneficio no afecta a la totalidad de los productos y el uso de los plásticos es limitado entre los medios de pago.
Subyacente. La canasta de consumo posee algunos componentes que tienen un carácter volátil –principalmente los alimentos sin procesar, donde las cuestiones climáticas tienen un impacto importante sobre la oferta– o que, al ser suministrados únicamente por el Estado, sus precios se fijan con una alta discrecionalidad. Para evaluar una tendencia de largo plazo, es preciso dejar de lado esos componentes y analizar el núcleo duro de los precios.
Eso se puede hacer a través del Índice de Precios al Consumo Subyacente de El Observador (IPCS-EO). Durante los últimos 12 meses, este indicador marcó un incremento de 9,25%, con una moderación respecto al mes pasado, cuando se ubicaba en 9,47%.
Esa merma fue menor que el índice general, dado que, tanto los alimentos no elaborados como los servicios públicos, contribuyeron positivamente al menor empuje inflacionario en el último mes.
Dentro de la inflación subyacente, fueron los bienes y servicios transables –aquellos que se comercializan con el resto del mundo y, por lo tanto, fijan sus precios en el mercado externo, en moneda extranjera– los que moderaron su ritmo de aumento. La inflación transable se redujo de 8,2% interanual a 7,5%, según la medición de la Unidad de Análisis Económico de El Observador.
En tanto, el componente no transable –bienes y servicios cuyos precios se fijan en el mercado local, debido a que no enfrentan la competencia extranjera, con una fuerte incidencia del salario en su evolución– mantuvo prácticamente sin cambios su ritmo de aumento, en 10% interanual.
De hecho, este componente de la canasta, que explica en buena medida la dificultad que ha tenido la inflación para moderar su ritmo de aumento, creció a una tasa interanual superior a 10% durante los últimos 12 meses.
Según dijo a El Observador la economista Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte, los elevados registros de inflación en la segunda parte de 2013 llevaban a esperar que la suba de precios “tendiera a ceder” en la segunda mitad de este año. A eso ayuda la reducción de las tarifas públicas, principalmente por el lado de UTE. Las proyecciones de la consultora son que la inflación se mantenga en niveles similares a los actuales hasta el cierre del año, en entre 8,5% y 9%.
Por su parte, el instituto Cinve, en un comunicado, señaló que existen varios elementos de incertidumbre respecto a la evolución de la inflación en el resto del año. Entre ellos, posibles rebajas de tarifas y la “mayor volatilidad” que está mostrando el tipo de cambio.