Tombini dijo que los funcionarios tomaron en cuenta los recortes "significativos" que el Fondo Monetario Internacional anunció el martes para el panorama de crecimiento de Brasil.

El Banco Central de Brasil mantuvo el miércoles estables las tasas de interés, apostando a que la peor recesión que ha afectado al país en décadas moderará una inflación que alcanza los dos dígitos, pero la sorpresiva decisión generó preocupaciones sobre una posible injerencia del mundo político.

En una decisión dividida, el Comité de Política Monetaria de ocho miembros, conocido como Copom, decidió mantener su tasa de interés referencial Selic en un 14,25% por cuarta ocasión consecutiva. Seis funcionarios estuvieron a favor de mantener las tasas, mientras que dos se inclinaron por un alza de 50 puntos básicos.

La decisión se conoció después de que el presidente del Banco Central, Alexandre Tombini, dijo sorpresivamente el martes que el organismo podría abandonar los planes de un aumento más profundo en la tasa con el que buscaba frenar una inflación que alcanzó máximos de 12 años a más de un 10%.

Tombini dijo que los funcionarios tomaron en cuenta los recortes "significativos" que el Fondo Monetario Internacional anunció el martes para el panorama de crecimiento de Brasil. El FMI dijo que la economía se contraería un 3,5 por ciento este año, frente a su estimación previa de una contracción de un 1%.

En el comunicado de su decisión, el banco subrayó las crecientes incertidumbres en la economía global como una razón para mantener estable la tasa.

"Considerando el panorama macroeconómico, las perspectivas para la inflación y el actual balance de riesgos, y considerando el aumento de las incertidumbres locales y -principalmente- externas, el Copom decidió mantener la tasa Selic en un 14,25%", dijo el banco.

El Partido de los Trabajadores de la presidenta Dilma Rousseff, grupos empresariales y sindicatos pidieron al banco que no subiera las tasas para dar tiempo a la economía para que se recupere de una recesión que durante el último año sumó 1,5 millones de personas al registro de desempleo.

Funcionarios del Gobierno expresaron sus preocupaciones de que más alzas de tasas puedan obstaculizar los planes para revivir a la economía, ante los renovados temores de que una desaceleración en China y el desplome de los precios de las materias primas extiendan la recesión hasta el 2017.

"Esta decisión aparentemente tiene las huellas del palacio presidencial (...) ¿Quién decide las tasas? ¿La presidenta o los miembros del Banco Central?", dijo Juan Jensen, socio de la consultora 4E con sede en Sao Paulo. "Esta es una mala decisión que daña mucho la credibilidad del Banco Central", agregó.