Esta fue la novena reducción consecutiva en la tasa Selic, en el marco del ciclo de relajación que comenzó en agosto del año pasado, y se produjo después de que la autoridad monetaria destacó en junio que un eventual ajuste futuro en el grado de estímulo monetario sería residual.
Brasilia. El Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil ha decidido por unanimidad recortar los tipos de interés, medidos por la 'tasa Selic', en 25 puntos básicos, hasta el 2%, lo que supone su noveno recorte consecutivo, según informó en un comunicado.
La nueva rebaja se enmarca en la pandemia de coronavirus que, según el instituto emisor, continúa provocando la "mayor retracción económica global desde la Gran Depresión". En este contexto, y a pesar de algunas señales de recuperación en las principales economías y una moderación en la volatilidad de activos financieros, el ambiente para las economías emergentes prosigue "desafiante".
Asimismo, la entidad sostiene que la actividad brasileña muestra signos de una recuperación parcial, aunque advierte de que los sectores más afectados por las medidas de confinamiento y distanciamiento social todavía permanecen en depresión, pese a las ayudas a las rentas programadas por el Gobierno.
Con todo ello, la institución presidida por Roberto Campos afirma que la incertidumbre sobre el ritmo de crecimiento de la economía permanece "por encima de lo usual", sobre todo para el periodo de finales de este año.
A pesar de que el Comité entiende que el entorno económico continúa necesitando un estímulo monetario "extraordinariamente alto", también reconoce que el espacio restante para el uso de la política monetaria, "si lo hay, debe ser pequeño".
"Cualquier ajuste futuro al grado actual de estímulo ocurriría con un gradualismo adicional y dependerá de la percepción de la trayectoria fiscal", avisa el banco.
Así, el Comité no prevé reducciones en el grado de estímulo monetario, salvo que las expectativas de inflación, así como las proyecciones de inflación en su escenario básico, estén suficientemente cerca de su meta objetivo.
Inflación. Respecto a las expectativas de inflación, las previsiones para 2020, 2021 y 2022 se ubican en el 1,6%, el 3% y el 3,5%, respectivamente, con lo que, en el escenario básico para la inflación diseñado por el instituto emisores, permanecen factores de riesgos en dos direcciones.
Por un lado, el nivel de inactividad puede producir una trayectoria de inflación por debajo de las expectativas. Este riesgo se intensifica si la pandemiase se extiende en el tiempo y, con ello, el entorno de alta incertidumbre y mayores ahorros por precaución.
Por otro lado, las políticas fiscales para contener a la pandemia empeoran la trayectoria fiscal del país de manera prolongada, así como las frustraciones en relación a la continuidad de las reformas, lo que se puede traducir en un incremento de las primas de riesgo.
Además, los diversos programas de estimulación crediticia y recomposición de ingresos, implementados para combatir la pandemia, pueden reducir la reducción de la demanda agregada en menos de lo estimado, agregando una asimetría al balance de riesgos.
"Este conjunto de factores implica potencialmente una trayectoria de inflación por encima del horizonte proyectado relevante para la política monetaria", apunta el comunicado.
Por último, el Banco Central considera que perseverar en el proceso de reformas y ajustes necesarios en la economía del país es fundamental para permitir la recuperación económica de una forma sostenible, aunque también apunta que la continuidad de las reformas y los cambios permanentes en el proceso de ajuste de las cuentas públicas pueden elevar la tasa de interés estructural de la economía.