La nueva proyección del ente emisor se enmarca en un rango de entre un 3,7% y un 4,9% para este año, precisó el equipo técnico en su más reciente informe de política monetaria.
El equipo técnico del Banco Central de Colombia elevó su pronóstico de inflación para este año a un 4,1%, desde uno previo de 3% establecido como meta de largo plazo, debido a alzas en los precios de los alimentos y a un crecimiento mayor de la economía, informó el organismo.
La nueva proyección del ente emisor se enmarca en un rango de entre un 3,7% y un 4,9% para este año, precisó el equipo técnico en su más reciente informe de política monetaria.
"En lo que resta del año el mayor nivel del IPC de alimentos persistiría y contribuiría a mantener la inflación por encima de la meta", reveló un comunicado de la entidad.
"A finales de 2022 la inflación total y básica retornarían a tasas cercanas al 3%, en un entorno de desaceleración del IPC de alimentos y de menores excesos de capacidad productiva", agregó.
Específicamente, el equipo técnico del banco proyectó que la inflación cerraría el próximo año en un 3,1% -frente a una proyección anterior de 2,8%-, con un rango de entre un 2,2% y un 4,7% con un 90 % de probabilidad.
El incremento en las expectativas de inflación se da en medio de una mejora en el pronóstico de crecimiento de la economía colombiana para este año a un 7,5%, desde una previa de 6,5%.
"A pesar de los fuertes choques negativos, el crecimiento económico esperado para la primera mitad del año (de un 9,1%), es significativamente mayor que lo proyectado en el informe de abril (de 7,1%), signo de una economía más dinámica que se recuperaría más rápido de lo previsto", consideró el equipo técnico.
La moderación de la inflación fue uno de los factores que permitió espacio para que el Banco Central mantuviera en un mínimo récord actual de 1,75% su tasa de interés de referencia desde septiembre del año pasado, en busca de impulsar la recuperación económica tras la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
Además, el banco incrementó el precio esperado del petróleo para 2021 a US$ 68 por barril, desde US$ 61, y para 2022 a US$ 66, frente a US$ 60.
No obstante, el informe del banco destacó que un deterioro de las perspectivas de las cuentas fiscales del país, tras la reducción de las calificaciones crediticias por parte de Standard & Poor’s y Fitch, así como por los bloqueos y problemas de orden público y una nueva ola de contagios de COVID-19 más acentuada y prolongada que las pasadas.
"Todo lo anterior se ha reflejado en un aumento de las primas de riesgo y en una depreciación del peso frente al dólar", dijo el banco.
"En el escenario macroeconómico actual se espera que las condiciones financieras internacionales sean algo menos favorables, a pesar de la mejora en los ingresos externos por cuenta de una mayor demanda y unos precios del petróleo y de otros productos de exportación más altos", agregó.