Holanda y su banco central tienen la reputación de estar entre los halcones fiscales más estrictos de Europa.
Amsterdam. El Banco Central de Holanda advirtió este miércoles 15 de agosto de 2012 que el alza de salarios o los estímulos presupuestarios en las economías altamente productivas del norte de Europa serían de poca ayuda para reducir los déficits comerciales de los países endeudados del sur, y podrían costar empleos en el norte.
El reporte del banco central se conoce luego de una ronda de generosos aumentos salariales en Alemania, que para los economistas podría ser la clave para una recuperación menos dolorosa para la periferia de la zona euro, afectada por la crisis.
Holanda y su banco central tienen la reputación de estar entre los halcones fiscales más estrictos de Europa.
Sin embargo, las encuestas sugieren que un partido populista de izquierda que busca una política fiscal más laxa podría quedarse con la primera minoría en el parlamento holandés tras las elecciones generales del 12 de septiembre, mientras el lento crecimiento y alza del desempleo llevan a muchos a exigir que el gobierno encare más estímulos.
En mayo los miembros de IG Metall, el mayor sindicato industrial de Alemania, lograron un aumento del 4,3% en los sueldos, el más grande en 20 años.
Economistas argumentaron que los salarios más altos en el norte estimularían la demanda de exportaciones de economías periféricas en problemas, como Grecia, ayudando a aliviar el impacto de las dolorosas medidas de austeridad exigidas por la Unión Europea a cambio de ayuda.
No obstante, el banco central holandés dijo que los bienes exportados por los países del norte y el sur eran tan diferentes que los salarios más altos en el norte no mejorarían por sí mismos la competitividad relativa de los países del sur.
"A fin de ajustar sus déficits comerciales, los países periféricos deben mejorar su posición competitiva de cara al resto del mundo, incluyendo al mundo más allá de la zona euro", escribió el banco central.
"Además de la restricción salarial, también se necesitan reformas estructurales para hacer que sus economías sean más competitivas", agregó.
Las importaciones holandesas desde Grecia fueron por 487 millones de euros (US$ 601.089.000) en el 2011, lo que representó apenas una modesta parte de las exportaciones griegas totales, valoradas en más de 20.000 millones de euros (US$ 24.685.400.000), según datos de las oficinas de estadísticas holandesa y griega.