El banco central ofreció una evaluación más sombría de la economía que el mes pasado, diciendo que la recuperación en la actividad económica se está paralizando por la desaceleración del crecimiento en el extranjero.

Tokio. El Banco de Japón mantuvo su política monetaria sin variación el miércoles, pero revisó a la baja su evaluación de la economía ante la evidencia de que la crisis de deuda de Europa está generando dificultades al crecimiento global y a la recuperación nipona.

Una ralentización de las exportaciones, un empeoramiento del ánimo empresarial y un débil gasto en capital están complicando la visión del banco central de que la tercera mayor economía del mundo se recuperará a comienzos del próximo año.

En una señal del impacto por la ralentización global, las exportaciones niponas cayeron durante noviembre con mayor velocidad en seis meses, con los envíos para Asia declinando por una débil demanda de chips semiconductores y cámaras digitales.

Como se esperaba ampliamente, el BOJ (por su sigla en inglés) mantuvo su tasa de interés sin variación en un rango de cero a 0,1% y se abstuvo de ofrecer un estímulo monetario adicional, tras relajar su política hace sólo dos meses con un incremento en su programa de compra de activos.

Pero el banco central ofreció una evaluación más sombría de la economía que el mes pasado, diciendo que la recuperación en la actividad económica se está paralizando por la desaceleración del crecimiento en el extranjero y por el fortalecimiento del yen.

"La economía de Japón seguirá más o menos plana por el momento" antes de reanudar una recuperación moderada, dijo el BOJ en el comunicado donde anunció su decisión de política.