En su informe trimestral de inflación, dijo que mantiene su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto en un rango de 2,0% – 3,0%, mientras que para el próximo año anticipa una expansión de entre un 2,2% y un 3,2%.
Ciudad de México. El banco central de México mantuvo sin cambios sus cálculos para el crecimiento económico en 2018 y 2019 y, aunque señaló riesgos para la inflación, destacó que actuará con firmeza para anclar las expectativas de mediano y largo plazo hacia su objetivo del 3,0%.
En su informe trimestral de inflación el banco central, conocido como Banxico, dijo que mantiene su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un rango de 2,0% – 3,0%, mientras que para el próximo año anticipa una expansión de entre un 2,2% y un 3,2%.
La entidad monetaria dijo que espera que el índice nacional de precios al consumidor continúe disminuyendo durante el año, para acercarse ahora al objetivo del 3,0% +/- un punto porcentual entre enero y marzo de 2019. Anteriormente, el banco esperaba que la convergencia se lograra hacia finales del 2018.
Banxico pronosticó una inflación general a tasa anual de un 3,8% para el cuarto trimestre del 2018, para acercarse a un 3,2% en el primer trimestre del 2019 y alcanzar un 3,0% en el segundo trimestre de ese año.
"Una afectación como el (incremento) del gas LP en diciembre (...) tiene un efecto que dura en los siguientes meses. Este es uno de los elementos de que (...) se haya diferido la meta (...), pero eso no significa que no tengamos claro que la meta es 3,0%", dijo más tarde el gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, en un programa radial local.
En adelante, el banco central de México publicará sus estimaciones trimestrales de inflación tanto para la inflación general como para la subyacente.
Banxico identificó como riesgos al alza para la inflación una depreciación del peso, nuevos choques en los precios de los bienes agropecuarios, así como alzas significativas en los valores de los combustibles y la electricidad.
El banco dijo que, hacia adelante, su junta de gobierno vigilará "muy de cerca" la evolución de la inflación, incluyendo el potencial traspaso de las variaciones del tipo de cambio en los precios, así como la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos y la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
"Ante la presencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, de ser necesario la política monetaria actuará de manera oportuna y firme para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3%", dijo el banco.
Luego de tocar máximos en casi 17 años en diciembre, la inflación interanual se ralentizó y hasta la primera quincena de febrero se ubicaba en un 5,25% en una tasa interanual.
La entidad monetaria elevó desde finales de 2017 la tasa de referencia en 50 puntos base para contener las presiones sobre la inflación. El gobernador del banco central, Alejandro Díaz de León, declinó hablar sobre los siguientes movimientos de política monetaria de la entidad.
"La junta de gobierno ha sido muy cautelosa respecto a la perspectiva que da respecto a las acciones de política monetaria hacia adelante", dijo el gobernador en conferencia de prensa.
"En un entorno especialmente volátil como el que enfrentamos, sentimos que el dar una previsión de mediano y largo plazo en cuanto a las tasas de interés podría no ser la mejor alternativa", añadió.
El banco ve como uno de los potenciales riesgos a la economía, una postergación de las negociaciones para modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que llevan a cabo actualmente Canadá, México y Estados Unidos.