El mercado no esperaba cambios en el costo del crédito pues apenas en febrero la entidad monetaria lo elevó sorpresivamente en 50 puntos base para frenar la depreciación del peso mexicano.

El banco central mexicano mantuvo el viernes en 3,75% su tasa referencial de interés, aunque indicó que se mantendrá atento al desempeño de la moneda y su posible efecto en la inflación, que ha logrado amortiguar.

El mercado no esperaba cambios en el costo del crédito pues apenas en febrero la entidad monetaria lo elevó sorpresivamente en 50 puntos base para frenar la depreciación del peso mexicano.

La medida ayudó a que la curva de rendimientos de la deuda se aplanara, tal y como deseaban las autoridades financieras, explicó el Banco de México (central) en su comunicado de política monetaria.

"Las medidas extraordinarias tomadas el 17 de febrero conjuntamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México rompieron la tendencia negativa de la cotización de la moneda nacional", indicó.

A partir del aumento en la tasa, la moneda ha recuperado un 8% de su valor frente al dólar y su pérdida acumulada en lo que va del año está alrededor de 0,7%, frente al desplome de casi 17% que registró en 2015.

El banco central tiene un objetivo de inflación del 3%, con un margen de tolerancia de un punto porcentual arriba y abajo de esta cifra. Al cierre de febrero, la inflación interanual se ubicó en un 2.87 por ciento.

La entidad dijo que sus proyecciones de inflación y crecimiento económico no han cambiado con respecto a su último aviso, y agregó que prevalecen condiciones de holgura en la economía y en el mercado laboral.

"Hasta ahora, no se han observado efectos en los precios de bienes y servicios no comerciables derivados del ajuste del tipo de cambio", dijo.

Al cierre de 2016, la inflación se ubicará cerca del objetivo, de acuerdo con sus estimaciones.

A comienzos del mes, el banco central recortó sus pronósticos para el crecimiento económico de este y el próximo año, pero dejó estable su proyección de inflación al no detectar efectos de las pérdidas del peso.