El SNB intervino para debilitar al franco después de que Reino Unido decidió el 23 de junio abandonar la UE, debido a que los inversores vendieron la libra esterlina para buscar refugio en la moneda suiza.
Ginebra. El Banco Nacional Suizo debe estar listo para reaccionar con flexibilidad a cualquier amenaza de corto plazo u oportunidad resultante de la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, dijo el presidente del organismo, Thomas Jordan, en una entrevista con un diario publicada el domingo.
"El asunto para Suiza es saber cómo adaptarse mejor. Ahora es aún algo prematuro para hablar de riesgos u oportunidades", dijo Jordan al periódico Le Matin Dimanche.
"Es un problema complicado. En el corto plazo, Suiza debe reaccionar con flexibilidad ante los cambios que afecten a los mercados financieros y la economía global. En el largo plazo, debe preservar sus relaciones comerciales con la Unión Europea, su principal socio, pero también con Reino Unido", agregó. Mantener el acceso a ambos mercados es fundamental, afirmó.
El SNB intervino para debilitar al franco después de que Reino Unido decidió el 23 de junio abandonar la UE, debido a que los inversores vendieron la libra esterlina para buscar refugio en la moneda suiza.
Analistas esperan que el SNB siga mostrándose activo en los mercados para frenar la apreciación del franco sobre 1,08 unidades por euro, pero Jordan dijo que el SNB no apunta a un tipo de cambio específico entre euro y franco.
"Nuestra meta es reducir la presión sobre el franco, que sigue significativamente sobrevalorado", comentó.
El SNB puso un tope para el valor del franco en 1,20 unidades por euro durante más de tres años, pero dejó de lado abruptamente esa política en enero del 2015 de cara a la creciente presión del mercado, lo que provocó un aumento inmediato de la cotización de la moneda.
Desde entonces, la divisa se ha depreciado levemente y ha operado en un rango de entre 1,02 a 1,12 unidades por euro. El banco central ha aplicado tasas de interés negativas y ha intervenido los mercados para evitar que los inversores vean a la moneda como un refugio contra el riesgo.
