El gobierno ha mostrado un escenario preocupante en materia de combustibles, pues mantiene un creciente déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles que hasta abril era cercano a los 950.000 millones de pesos (US$510M).
Pese a que el Banco de la República de Colombia estima que la meta de inflación de 3% proyectada para este año se cumplirá, advierte algunos riesgos que podrían alterar las estimaciones.
Uno de estos riesgos se podría presentar en el grupo de los productos y servicios con precios regulados, como los combustibles. Advierte el informe que la inflación del grupo de los regulados podría ser más fuerte que la prevista.
Considera que “aunque los precios internos de los combustibles han aumentado debido a las alzas en los precios externos, y a pesar de que en este informe se suponen alzas adicionales para el resto del año, no se puede descartar que los incrementos contemplados para el año completo subestimen los que finalmente se observen”.
El gobierno ha mostrado un escenario preocupante en materia de combustibles, pues mantiene un creciente déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles que hasta abril era cercano a los 950.000 millones de pesos (US$510M), lo que le impediría pensar en suavizar las sucesivas alzas, implementando una nueva fórmula.
De nada sirve diseñar una nueva fórmula con un déficit tan alto, explicó un alto funcionario de la administración del presidente Santos.
El informe del Banco Central sobre la inflación revelado recientemente considera que el incremento en los precios de los combustibles en el mercado interno ha sido bajo teniendo en cuenta el comportamiento de la cotización internacional, ayudado en parte por la revaluación del peso frente al dólar.
“Hasta la fecha los ajustes han sido bajos en comparación con las alzas internacionales, y si ello no ha conducido a una ampliación del diferencial de precios es gracias a la apreciación del tipo de cambio”, precisa el estudio.
Advierte el Emisor que de no haber mediado esa apreciación “los ajustes en los precios internos tenderían a acelerarse”.
“Es posible que en la senda central de este informe se tienda a subestimar el efecto que tienen los altos precios internacionales del petróleo en otros precios internos, como son los del gas domiciliario y la energía”, dice el Banco Emisor.
Destaca el estudio que "como sucedió en la segunda mitad de 2010, en el primer trimestre de 2011 las principales presiones alcistas provinieron de los precios internacionales del petróleo y, en menor medida, de los alimentos importados".