"La inversión pública y la compra de bienes y servicios por parte del gobierno crecerían alrededor de 7,5% en términos reales este año, en línea con el equilibrio fiscal previsto", señaló la entidad.

Lima. El gasto público crecería 7,5% durante el 2014 y, de esta manera, sería uno de los principales puntales o drivers del crecimiento, estimó el Banco de Crédito del Perú (BCP).

"La inversión pública y la compra de bienes y servicios por parte del gobierno crecerían alrededor de 7,5% en términos reales este año, en línea con el equilibrio fiscal previsto", señaló.

De acuerdo con el Reporte Semanal de Estudios Económicos del BCP, el sector público registró un superávit de 897 millones de soles (US$315,7M) en febrero del 2014.

Con ello se acumuló un saldo positivo de 5.612 millones de soles (US$1.975M) durante los dos primeros meses del año 5.689 millones (US$2.000M) en los dos primeros meses del 2013, luego que los ingresos tributarios del gobierno general se incrementaron en 5,6%.

Por su parte, los gastos no financieros crecieron 14,4%, destacando los ejecutados por los niveles nacional(19,2%) y regional (14,9%).

Las remuneraciones registraron un aumento de 19% por los mayores salarios de los servidores del Ministerio de Educación, Ministerio de Salud y Fuerzas Armadas y Policía Nacional.

El BCP refirió que la inversión pública acumuló un crecimiento anual de 18,7% en el período enero - febrero del 2014, explicado principalmente por las mayores inversiones de los gobiernos regionales y el gobierno nacional.

Explicó que en el caso del gobierno nacional, las inversiones más importantes estuvieron asociadas a la rehabilitación y mejoramiento de carreteras.

En ese contexto, previó que el crecimiento de la inversión pública continuaría durante los próximos meses por encima del crecimiento promedio del Producto Bruto Interno (PBI).

Según el BCP, el resultado económico del sector público acumulado en los últimos doce meses sería equivalente a 0,8% del PBI, igual al registrado en el acumulado del mes anterior.

Los ingresos corrientes se mantendrían en 21,8% del PBI, mientras que los gastos no financieros pasarían de 20,2% a 20,4% del PBI.