"El Banco de Japón continuará examinando cuidadosamente los riesgos y tomará medidas de alivio económico adicionales sin dudarlo", dijo Kuroda durante el simposio de jefes de bancos centrales que se realiza este fin de semana en Jackson Hole, Wyoming.
Jackson Hole. La reciente desaceleración de la inflación en Japón podría implicar que las expectativas aún no están ancladas en la meta oficial de 2 por ciento, lo que "sin dudarlo" llevará al banco central a aprobar más alivio cuantitativo o seguir recortando sus tasas de interés - ya negativas -, dijo el sábado el jefe del organismo.
"El Banco de Japón continuará examinando cuidadosamente los riesgos y tomará medidas de alivio económico adicionales sin dudarlo", dijo Kuroda durante el simposio de jefes de bancos centrales que se realiza este fin de semana en Jackson Hole, Wyoming.
"Podría ser que las expectativas de inflación a largo plazo todavía no están ancladas" en el país, aseveró el gobernador del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés).
Kuroda dijo que consideraba que entre el alivio cuantitativo y las tasas de interés negativas el BoJ cuenta con "un esquema de política monetaria extremadamente atractivo" y "actuará decisivamente" para impulsar la inflación hacia el objetivo del 2 por ciento.
Sin embargo, el funcionario reconoció las dificultades que afronta el BoJ, a las que se suma evidencia de que las expectativas inflacionarias en el país aún no han repuntado tras el derrumbe de los precios internacionales del petróleo en 2014.
El anclaje de las expectativas inflacionarias en relación a la meta del 2 por ciento del banco central es "definitivamente un prerrequisito" para que el organismo cumpla con sus objetivos, declaró.
Las autoridades en Japón podrían estar evaluando tomar otros pasos para elevar el potencial de crecimiento de la economía y cumplir con las metas del BoJ.
Reuters reportó anteriormente que el BoJ podría seguir recurriendo a tasas de interés negativos para mantener los rendimientos de los bonos de largo plazo en un nivel deseado y alentar la actividad económica. El Banco Central Europeo extendió en abril su programa de compras de activos para incluir a la deuda corporativa.