El banco central (BOJ, por su sigla en inglés) reiteró su estimación de que la tercera mayor economía del mundo reemprendería una recuperación moderada antes de que acabe el año pese a las recientes señales de ralentización mundial.
Tokio. El Banco de Japón mantuvo este martes su política monetaria sin cambios pero amplió un plan de préstamos destinado a sectores de mayor crecimiento, continuando su esfuerzo para atajar los problemas crónicos que lastran su economía incluso desde antes del terremoto y el tsunami de marzo.
El banco central (BOJ, por su sigla en inglés) reiteró su estimación de que la tercera mayor economía del mundo reemprendería una recuperación moderada antes de que acabe el año pese a las recientes señales de ralentización mundial.
La institución también se mostró menos preocupada que el mes pasado a la hora de describir las actuales condiciones económicas, señalando el progreso continuado que los fabricantes están haciendo para restaurar las cadenas de producción y suministro, interrumpidas por el sismo del 11 de marzo.
"La economía japonesa está bajo presión bajista, sobre todo en la producción, debido al impacto del terremoto pero muestra señales de recuperación", dijo el banco central en una nota después de su revisión de la política monetaria.
En su anterior informe el banco dijo que la economía estaba bajo "fuerte" presión bajista.
Tal como se esperaba, la institución monetaria, que relajó su política monetaria duplicando las compras de activos tras el desastre del 11 de marzo, mantuvo el plan de compras y los tipos de interés en el 0-0,1%.
El banco sumó 500.000 millones de yenes a su plan de préstamos por 3 billones de yenes, destinado a animar a los bancos a prestar a las industrias con potencial de crecimiento.
Este programa es parte de un esfuerzo a largo plazo para cimentar el crecimiento económico, amenazado por el envejecimiento de la población, la baja productividad y la deflación, aunque los fondos también se están destinando a la reconstrucción del país tras el terremoto.