“El informe subraya los enormes costos potenciales de la epidemia si no aunamos nuestros esfuerzos ahora para detenerla”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
Las economías de los países de África Occidental afectados por el mayor brote de ébola de la historia podrían perder miles de millones de euros, según un informe del Banco Mundial conocido este miércoles, donde además se estima que las expectativas de crecimiento de Guinea, Liberia y Sierra Leona se verán seriamente dañadas por una enfermedad que tiene un impacto “económico potencialmente catastrófico”.
“El informe subraya los enormes costos potenciales de la epidemia si no aunamos nuestros esfuerzos ahora para detenerla”, dijo Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, quien aseguró que era necesario que se ponga en práctica “una respuesta de contención para disminuir el nivel de miedo e incertidumbre” para frenar cuanto antes el “impacto económico del ébola”, que podría golpear a los estados vecinos que no tiene casos del mal.
Según las estimaciones de la entidad financiera, las previsiones de crecimiento para 2014 para los países más afectados se verían reducidas a la mitad en Guinea y Liberia, que pasarían de 4,5% a 2,4% en el primer caso, y de 5,9% a 2,5% en el segundo. Sierra Leona crecería 8%, bastante menos que la estimación inicial de 11,3%.
Primera francesa contagiada. El Banco Mundial prometió un parque de financiación de 230 millones para los tres países antes mencionados. En la misma línea se expresó este miércoles el FMI, que anunció un paquete de asistencia de US$127 millones, que fue solicitada por los gobiernos de Guinea, Liberia y Sierra Leona. La Unión Europea, en tanto, prometió ayuda extraordinaria por 78 millones de euros, que se suman a los 150 millones desbloqueados previamente por la Comisión Europea.
Por otro lado, una voluntaria francesa de Médicos sin Fronteras contagiada con el virus será trasladada a un centro de tratamientos especializado en Francia. La mujer, cuya identidad no ha sido divulgada, forma parte de un equipo que trabaja en Monrovia, la capital de Liberia, donde ya fue aislada tras presentar los primeros síntomas de la enfermedad, la que fue confirmada al realizarse los exámenes de sangre.