Jorge Familiar, el nuevo vicepresidente para América Latina del Banco Mundial (BM), precisó que “por primera vez en la historia en Latinoamérica (...) la gente de clase media es superior a la gente que vive en condiciones de pobreza”.
El buen momento que viven las economías emergentes por sus posiciones fiscales y los positivos indicadores de crecimiento acompañados de programas sociales que ya han dado resultados, fueron dos de las razones para que la clase media en América Latina esté creciendo y con ello reduciendo la base de la pirámide.
Jorge Familiar, el nuevo vicepresidente para América Latina del Banco Mundial (BM), precisó que “por primera vez en la historia en Latinoamérica (...) la gente de clase media es superior a la gente que vive en condiciones de pobreza”, pero advirtió que un 40% de la población todavía es vulnerable, por eso la necesidad de la continuidad en las políticas ya implementadas.
El ejecutivo dijo a los medios de comunicación que de los 540 millones de latinoamericanos, unos 80 millones salieron de la pobreza. Eso teniendo en cuenta los indicadores del organismo multilateral, donde son pobres los que ganan entre 0 y 4 dólares por día, los vulnerables son quienes suman entre 4 y 10 dólares y la clase media la que obtiene entre 10 y 50 dólares diarios.
Pero aunque la desigualdad ha venido siendo atacada, no se ha podido superar la problemática. Y más aún si se tiene en cuenta el vistazo al resto del continente. En las notas más recientes de las Cepal, fechadas a junio de 2014, se deja claro que “Centroamérica y la República Dominicana registraron entre 1990 y 2011 una tasa de expansión media anual de 4,6%, mayor que la del conjunto de América Latina, que fue de 3,2%, pero este crecimiento no se tradujo en una reducción notoria de las fuertes desigualdades existentes tanto entre los países de la subregión como en cada uno de ellos”.
Precisamente Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva de la Cepal, en el prólogo del texto del informe, detalla que “algo más de 20% de la población más rica en cada uno de los países de la subregión es receptora de más de la mitad del ingreso nacional. Estas alarmantes diferencias de ingreso y riqueza dan origen a inaceptables contrastes en los ámbitos de la salud, la alimentación, la educación, el empleo, la productividad y las remuneraciones”.
El reto ahora es que, como dijo Familiar, del BM, el “entorno (financiero) externo se está tornando más complicado”, lo que se traducirá en aumentos en las tasas de interés, como ya pasó en Colombia la semana pasada, cuando subieron de 3,50% a 3,75%, generando mayor “volatilidad” . A eso se suma que los países emergentes no crecerán al mismo ritmo que lo venían haciendo, por la caída en la venta de commodities a mercados como China. Todo esto pone en riesgo esa creciente clase media que, si no es soportada por adecuadas políticas públicas, caerá de nuevo en la pobreza.